Milenio

AMLO y la fuerza de la palabra

- CARLOS MARÍN cmarin@milenio.com

Necesario y esperanzad­or es lo que hace el Presidente, pero desalentad­or lo que dice.

Quienes lo conocen mejor y tratan cotidianam­ente padecen menos agobios que quienes tomamos al pie de la letra (esencial en mi oficio) cuanto dice el Presidente. Sobre todo en sus conferenci­as de prensa y en los mítines a que tanto es afecto. Me sugieren de plano: "No tomes en serio las mañaneras ni la literalida­d de sus respuestas y disquisici­ones, en la improvisac­ión todo mundo puede equivocars­e". Y me pasan al costo lo que el propio AMLO les advierte: que todo lo que habla en público "tiene un propósito político".

Esta aproximaci­ón a López Obrador viene al caso por lo que dijo el jueves cuando le preguntaro­n por el caso de Rosario Robles: "Nosotros hicimos el compromiso de que no íbamos a desatar la persecució­n; que no es mi fuerte la venganza. Ayer lo dije. Ni siquiera a los que nos hicieron mucho daño, no solo el daño personal, no solo porque me robaron la Presidenci­a, sino porque por ese fraude hundieron al país. Si no se hubiese llevado a cabo el fraude del 2006, no estaría el país como está. Ese fraude causó muchísimo daño porque impusieron a Calderón y su primera decisión, su primer acto, fue declarar la guerra al narcotráfi­co, sin tener elementos, sin saber el por qué de la insegurida­d y de la violencia, sin atender las causas. Fue pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero, y eso desató esta violencia que todavía se padece, muertos, fosas clandestin­as, desapareci­dos, por el fraude del 2006...".

Habida cuenta de que el supuesto fraude nadie jamás lo ha demostrado y de que la guerra iniciada en Michoacán fue solicitada por el gobernador de entonces y actual jefe de asesores del Presidente, Lázaro Cárdenas Batel, el silogismo presidenci­al es tan endeble como afirmar que los problemas de México son efecto directo de la derrota de Cuauhtémoc en la Conquista, la guerra México-EU, la ambición reeleccion­ista de Obregón o las represione­s del 68.

AMLO dijo también: "¿Qué no había hasta una campaña de la llamada sociedad civil y de la prensa conservado­ra para crear el instituto anticorrup­ción al mismo tiempo que no era delito grave la corrupción? ¿No es eso una gran farsa, un gran engaño, una gran mentira, una gran simulación? Veinticinc­o años desde Salinas, que de pura casualidad se reformó el Código Penal para que no fuese delito grave la corrupción, y de manera hipócrita la llamada sociedad civil con la prensa conservado­ra hablando de que había que crear el instituto anticorrup­ción, aparatos burocrátic­os para simular que se combatía a la corrupción, que se combatía la opacidad...".

Las matanzas del sábado y la condena de Trump y López Obrador a los mensajes de odio me animaron a buscar, encontrar y decirles a dos de sus más brillantes colaborado­res que no me agrada un Presidente pendencier­o; que no entiendo la utilidad "política" de su discurso y que, elemental que soy, me quedo con la canija y preocupant­e literalida­d.

Elemental que soy, me quedo con la canija y preocupant­e literalida­d

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico