Violencia opaca pacto de diálogo en Ecuador
Grupos violentos vandalizaron la Contraloría, una televisora y las instalaciones del diario El Comercio
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, impuso este sábado el toque de queda y la militarización de Quito y alrededores, ante las violentas protestas de los indígenas contra ajustes económicos pactados con el FMI.
La medida, que empezó a regir a partir de las 15:00 horas locales (20H00 GMT), prohíbe la circulación por esta capital de 2.7 millones de habitantes.
“He dispuesto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, inmediatamente, tomar las medidas y operaciones necesarias”, señaló el mandatario en un breve mensaje a la nación, flanqueado por su vice, Otto Sonnenholzner, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín.
El mandatario endureció en Quito el estado de excepción nacional que impuso desde el 3 de octubre y bajo el cual movilizó a las fuerzas armadas, en un intento por contener el estallido social iniciado hace 11 días.
Amparado en esas facultades, había dispuesto el toque de queda nocturno alrededor de edificios públicos de la capital.
El anuncio se hizo luego de que este sábado las manifestaciones derivaron en el asalto al edificio de la Contraloría, que fue incendiado y saqueado por encapuchados.
La sede fue atacada con bombas incendiarias y poco después un grupo de hombres, la mayoría con la cara cubierta, irrumpió en la sede. La ministra de Gobierno, Maria Paula Romo, anunció en Twitter el desalojo de la zona para “que los equipos de rescate puedan atender el incendio y el personal que está dentro”.
En alrededores de la Asamblea Legislativa, indígenas levantaron barricadas con troncos y escudos de madera para enfrentarse a policías, quienes lanzaron una lluvia de gas lacrimógeno, según AFP.
Los manifestantes atacaron también las instalaciones de Teleamazonas y del diario El Comercio este sábado. La televisora interrumpió su programación para informar sobre el ataque: “Vándalos queman instalaciones”, dijo el canal que sigue al aire. El rotativo denunció en Twitter que su sede fue atacada “por un grupo de desconocidos”.
Moreno sigue la crisis desde el puerto de Guayaquil, adonde trasladó la sede de gobierno después de declarar el estado de excepción.
En tanto, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) anunció este sábado que irá el “diálogo directo” con el mandatario, para negociar una salida a la violenta crisis.
“Tras consultar a comunidades, organizaciones, pueblos, nacionalidades y organizaciones sociales hemos decidido participar en el diálogo”, dijo la organización en Twitter.
La Conaie reconsideró su negativa inicial y aceptó un encuentro cara a cara con el Presidente para discutir “la derogatoria o revisión del decreto” sobre las reformas económicas.
En un corto mensaje, Moreno agradeció la decisión de indígenas para dialogar.