“Duele que el filme Just Mercy llegue a México en estos días”
na dura ironía que el estreno de la tan importante película Buscando justicia (Just Mercy) sea en nuestro país precisaUmente
en la semana cuando no podemos sostener las lágrimas por la falta de precisamente de eso: justicia y compasión. Y por supuesto estoy hablando de las víctimas que cada día son más.
Pero esta película, que si bien tiene que ver con un caso real y específico en Estados Unidos, sí es respecto a un hombre que NO era culpable y tuvo que demostrarlo una y otra vez, luchando contra el racismo y la indiferencia, duele por muchos motivos. Duele porque nos recuerda que igual hubo una mujer asesinada ahí, y quien la mató jamás fue encontrado.
La libertad del inocente llegó solo hasta que un abogado se aferró a la Suprema Corte demostrando la absoluta nulidad de pruebas en su contra y aún así las cosas parecían estar perdidas.
Reitero, que llegue esta gran cinta a México en este preciso momento duele. Entre ello es porque la desconfianza absoluta a los sistemas legales no nos dejan ni siquiera un respiro cuando se nos presenta a los presuntos culpables de los casos más espantosos que podamos imaginar. En otras palabras, esa justicia que necesitamos nos urge y nos destruye por su ausencia empieza y termina, sin duda por el sistema. La película protagonizada por Jaime Foxx y Michael B. Jordan, que cuenta la historia del abogado Bryan Stevenson, hombre afroamericano graduado de Harvard dedicado a buscar lo correcto en lugar de la gloria personal. Así es como se encuentra con el caso del hombre que habían ya condenado a muerte Ray B. (Jaime Foxx) y lucha hasta que demuestra su inocencia.
Tuve el honor, y pronto compartiremos ese texto con ustedes, de platicar con Roberto Hernández, el hombre que hizo el documental Presunto culpable, que tanto ha cambiado y sigue cambiando en nuestro sistema legal. Él entrevistó al abogado que inspira la película. Y los dos suspiramos cuando comentamos lo difícil que era este tema en este preciso momento.
Clamamos justicia. La necesitamos para respirar. Hay intereses de por medio que jamás imaginaríamos. Hay quien lo considera meramente un tema político, hay quien se ofende por siquiera insinuar eso. Lo que no podemos negar es que las tragedias, feminicidios y la terrible falta de sensibilidad al respecto crecen cada día.
¿Qué hacer? Nadie tiene tiempo de cambiar el sistema antes de más tragedias. De cambiar la educación. Pero una cinta así, sin duda, llega para hacernos pensar al menos esto: definitivamente tenemos mucho que hacer para estar seguros que tenemos a los criminales correctos. Pero tenemos que hacer aún más para que no sigan impunes los que casi siempre suelen ser los asesinos.
Clamamos. La necesitamos para respirar. Hay intereses de por medio que jamás imaginaríamos