El Salón de la Fama celebra aniversario
El recinto de los inmortales de nuestro beisbol, que aloja a 200 personalidades, cumple un año de existencia
Con cinco personajes de la pelota profesional como invitados, el Salón de la Fama del beisbol mexicano celebró este jueves el primer aniversario de impulsar la pasión por el Rey de los Deportes.
Integrantes del Nicho de los Inmortales, Felipe Montemayor, José Maiz García, Arturo González, Juan Francisco Rodríguez y el cronista Enrique Kerlegand participaron en una charla transmitida vía redes sociales.
En la plática dirigida por el director del recinto, Francisco Padilla, cada uno de los invitados relató vivencias de su trayectoria y su experiencia de pertenecer al Salón de la Fama ubicado en el Parque Fundidora.
El Clipper Montemayor, de 92 años de edad, recordó que en su juventud practicó el futbol americano y el beisbol.
Mencionó que pasó de la pelota ama te ura ser firmado por el Monterreytras acudir auntr y-o ut convocado por elmá na ger Lázaro Sal azar. Luego jugó en Grandes Ligas y en las pelotas profesionales de México, Cuba y Nicaragua.
El presidente de los Sultanes, Pepe Maiz, reiteró que el edificio ubicado junto al Paseo Santa Lucía es el mejor museo del beisbol, superando en su estructura incluso al de Cooperstown.
“Tenemos un Salón de la Fama de Grandes Ligas, que cada vez está más completo, cada vez se le agreganmáscosas,desdeesculturasdel beisbol, puedes practicar beisbol, tienes la historia de los inmortales, películas”, declaró Maiz García.
“Definitivamente que de beisbol, este es el mejor museo del mundo incluso, para mi forma de ver, mejor que Cooperstown, claro, allá están los figurones, pero como museo, para mí este museo que hizo don Alfredo Harp es único en el mundo”.
El Rey Arturo González confesó que por encima de los logros alcanzados en su carrera como jugador activo, haber ingresado al Salón de la Fama ha sido su mayor satisfacción.
Chico Rodríguez comentó que ir al museo es como llegar a casa, porque su hogar está muy cerca de esa zona.
Kerlegand mencionó que fue el primero en proponer que hubiera un comentarista a nivel de terreno de juego en las transmisiones de radio del beisbol.
Durante el día, el Salón de la Fama repartió pastel a los visitantes, como los menores del Jardín de Niños “Isaac Garza” que hicieron un recorrido matutino.