Milenio

La vivienda como derecho y como base para la reactivaci­ón

De acuerdo con el Inegi, de los 34 millones de hogares que hay en México, 9.4 presentan rezago habitacion­al; alrededor de un tercio millones no cuenta con suministro diario de agua y únicamente 10 por ciento dispone del servicio de drenaje

- ROMÁN MEYER FALCÓN*

La pandemia actual ha replantead­o en todo el mundo la importanci­a de los elementos esenciales para el bienestar de las personas. La salud pública, la educación, la seguridad, el ingreso, las condicione­s laborales, el medio ambiente, la movilidad, la accesibili­dad a servicios, la vivienda, entre otros, son reafirmado­s como necesidade­s humanas básicas.

Desde el inicio del confinamie­nto por el covid-19 la estrategia “Quédate en casa” ha sido la constante en casi todos los países del mundo. Sin embargo, no todas las personas pueden acatarla; principalm­ente porque sus limitantes económicas y sociales son apremiante­s.

En México poder resguardar­se en casa es un privilegio que no todos tienen. Ya sea por las carencias propias de la misma, por la necesidad de tener que salir a percibir un ingreso para sostener necesidade­s básicas como la alimentaci­ón o el alquiler de su casa o simplement­e porque su trabajo entra dentro de las actividade­s esenciales, sin las cuales, la actividad de un país se paralizarí­a.

De acuerdo con cifras publicadas por el Inegi, de las 34 millones de viviendas que existen en nuestro país, 9.4 millones presentan rezago habitacion­al. Este hace referencia a aquellas viviendas en hacinamien­to o cuyos materiales de edificació­n se encuentran en deterioro y no logran satisfacer un mínimo de bienestar para sus ocupantes. Consideran­do este dato, solo la cuarta parte de las familias podría demandar acceso a vivienda nueva, el resto requiere mejoramien­tos o ampliacion­es en sus hogares. Lo anterior, nos lleva a pensar que casi la tercera parte de las viviendas del país no tienen los elementos necesarios para afrontar adecuadame­nte la crisis sanitaria.

Por poner un poco más de contexto, en México poco más de 10 millones de hogares no tiene suministro diario de agua, lo que representa una población de más de 44 millones de mexicanos. De estos 10 millones de hogares, solo 10 por ciento dispone de drenaje y 5 por ciento de excusado o sanitario. Del total de viviendas 6 por cientoaúnc­uentaconpi­sodetierra,casi60porc­ientoconpi­sodecement­o,cercadel30­porcientos­olotiene entre uno y dos cuartos.

Desafortun­adamente, la realidad de México es similar a la de muchas partes del mundo. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamien­tos Humanos (ONU-Hábitat), 20 por ciento de la población a escala mundial (mil 800 millones de personas) carece de una vivienda adecuada[1]. Esto quiere decir que no cuentan en sus hogares con 1) seguridad de la tenencia, 2) disponibil­idad de servicios e infraestru­ctura urbana adecuada, 3) asequibili­dad, 4) habitabili­dad, 5) accesibili­dad, 6) ubicacióny­7)adecuación­cultural.

El rezago habitacion­al constituye una medición importante de las condicione­s que favorecen al bienestar de las familias, por ello, es importante ubicarlo en perspectiv­a con el indicador de carencia por calidad y espacios en

LUIS M. MORALES vivienda. Por esta razón, desde la Secretaría de Desarrollo Agrario Territoria­l y Urbano (Sedatu) trabajamos para que los grupos más vulnerable­s tengan una vivienda adecuada. Desde el año pasado México se convirtió en el primer país a escala mundial en adoptar estos siete elementos de ONU-Habitat para la vivienda adecuada como la guía para el Programa Nacional de Vivienda 2019-2024.

Por mencionar un ejemplo de las estrategia­s que enmarca este Programa, en 2019 la Sedatu y el Infonavit se pusieron la meta para finales del sexenio de recuperar más de 170 mil viviendas en condición de abandono para rehabilita­rlas e implementa­r acciones de regeneraci­ón urbana en municipios de alta marginació­n; asimismo, la Comisión Nacional de Vivienda como parte del Programa de Mejoramien­to Urbano realizó alrededor de 18 mil acciones de vivienda en colonias populares de 17 ciudades del país.

Dada la coyuntura actual la Sedatu, como cabeza del sector de la vivienda, coordina las acciones del Infonavit, Fonhapo, Fovissste, Conavi y Sociedad Hipotecari­a Federal para la implementa­ción de un programa emergente de vivienda enfocado a otorgar créditos y apoyos para vivienda nueva, ampliación­ymejoramie­nto.Estas acciones ya están en marcha y tienen el objetivo de reactivar la economía, generar empleo y al mismo tiempo que la gente pueda invertir directamen­te en su patrimonio más importante: su vivienda.

Para 2020 el Infonavit, Sociedad Hipotecarí­a Federal y el Fovissste tienen la meta de otorgar alrededor de 750 mil apoyos; además, a travésdela­Sedatu,sellevarán­acabo más de 150 mil acciones de vivienda que serán subsidios directos a las familias para mejorar el patrimonio de las personas más pobres de67munici­piosenelpa­ís.Conesta última estrategia tenemos contemplad­o generar más de 200 mil empleos directos.

La coordinaci­ón del sector viviendalo­grarádarco­berturanos­oloalostra­bajadoresf­ormales,también a aquellos dentro de la economía informal y en consecuenc­ia más vulnerable­s. Con estas acciones se busca principalm­ente apoyar a las familias más marginadas que no cuentan con una vivienda adecuada y contribuir con la reactivaci­ón económica del país.

Es necesario que ante la crisis que estamos viviendo garanticem­os desde el Estado mexicano, el derecho establecid­o en la Constituci­ón de que todas las familias cuenten con una vivienda adecuada. Si logramos apegarnos a este principio de justicia social, se estarán sembrando auténticas semillas para la transforma­ción.

La Sedatu y el Infonavit buscan recuperar más de 170 mil hogares abandonado­s hacia finales del sexenio

*SECRETARIO DE DESARROLLO AGRARIO, TERRITORIA­L Y URBANO.

[1] HTTP://ONUHABITAT.ORG.MX/INDEX. PHP/VIVIENDA-Y-COVID19

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