“Por la influencia de Facebook, urge secuela de La red social”

Probablemente la primera vez que nos dimos cuenta de que el creador de Facebook (o uno de ellos, si seguimos bien la historia), Mark Zuckerberg, no tenía el menor sentido del humor, fue hace 10 años, cuando Aaron Sorkin escribió y David Fincher dirigió la gran película La red social, donde, impactados por los ya 500 millones de seguidores, decidieron que era hora de narrar ese enredado inicio de la plataforma que entrelazó al mundo, y que empezó, según la versión un tanto libre de la serie, con un desdén amoroso.

Recuerdo tan bien cuando el equipo de Sony Pictures nos presentó el proyecto. La prensa del mundo estaba reunida en Cancún y ahí mismo vimos aparecer el número en la pantalla, 500 millones de personas estaban en ese momento cruzando el umbral, uno que quedó atrás y parece minúsculo con el cálculo que hoy tenemos de 2 mil 7 millones de usuarios. Pero ese sería apenas el primer capítulo. Y aunque es una de mis cintas favoritas, me queda claro que no es el más interesante ni peligroso de esta historia.

Estas emanase anunció que varios hackers(nol oses pi as rusos de “siempre”, sino otros) se infiltraron con programas maliciosos a la red (ya los eliminaron) y robaron 4 millones de dólares vendiendo cosas falsas como pastillas para bajar de peso. Pero señores, esa no es la historia que hoy define a FB. La batalla entre los hechos y las opiniones ya de por sí es delicada, pero cuando esta herramienta es una de las principales formas de determinar lo que la gente piensa, en tiempos electorales, entonces estoy de acuerdo con mis colegas. Urge una secuela. Y algo de criteriopersonal, pero eso ya no está en manos de nadie.