Rock y simbología
A somado al abismo del grandioso diccionario de Juan Eduardo Cirlot reeditado por Siruela, el fusilero ha incurrido en la tentación de adelantar un apunte sobre la simbología, que René Guénon consideraba “una ciencia exacta y no una libre ensoñación en la que las fantasías individuales puedan tener libre curso”, y sus vasos comunicantes con el rock.
En aras de un orden contradictorio acaso con la propia disciplina y el ritmo musical en cuestión, dejemos que sea el alfabeto el que lleve la mano en este modesto ejercicio. Abracadabra: palabra muy utilizada durante la Edad Media con fines mágicos proveniente de la frase hebrea abreq ad habra, que significa “envía tu rayo hasta la muerte”. Abraxas (álbum de Santana): en la concepción persa, el mediador entre el Bien y el Mal. Alcohol: agua de vida, agua de fuego, es símbolo de la conjunción de los contrarios, activo uno y pasivo otro, creadores y destructores.
Arpa: identificado con la escalera mística, instrumento que tiende un puente entre el mundo terrestre y el celestial. El Diablo (recurrente en todo el género metalero): arcano decimoquinto del Tarot, se relaciona con la instintividad, el deseo en todas sus formas pasionales, las artes mágicas, el desorden y la perversión.
Dioniso (Jim Morrison): deidad infernal, abismo de la disolución apasionada, símbolo de la liberación de cualquier represión al que se le atribuyen la serpiente, la pantera, el macho cabrío.
Flauta (Jethro Tull, King Crimson): dolor erótico y funerario que corresponde al sentido profundo de ese instrumento, con forma fálica pero timbre femenino, se relaciona también con la caña y con el agua. Hechicero (Ronnie James Dio): como el gigante y el brujo, personificación del padre terrible, del “mal demiurgo” de los gnósticos. Humo (“Smoke on the Water”): antítesis de barro por corresponder a los elementos fuego y aire, el alma separada del cuerpo. Lira (guitarra): símbolo de la unión armoniosa de las fuerzas cósmicas, la de siete cuerdas correspondía a los planetas. Ya sin espacio, cerramos con músico (club de los 27): simboliza la atracción de la muerte, como el flautista de Hamelín.
Dionisio (Jim Morrison): deidad infernal, abismo de la disolución
apasionada