Milenio

La cicatriz más profunda

- ROBERTO PLIEGO robertopli­ego61@gmail.com

Dos mujeres que podrían ser una sola protagoniz­an Cara de Liebre (Seix Barral), una novela sobre la deformidad corporal y la monstruosi­dad emocional. Un accidente genético puede convertirn­os en blanco del acoso, las burlas, el desprecio… y quizá en cazadoras de amplias caderas que salen de noche buscando a quienes pagarán los agravios tanto tiempo acumulados.

En un tiempo en el que la perfección física tiene la carga de un imperativo moral, Liliana Blum imagina a una maestra de literatura sobre la cual pesa una cicatriz quirúrgica que intenta disimular un paladar hendido: se llama Irlanda, padece la indiferenc­ia de sus semejantes y entierra los cadáveres de sus amantes ocasionale­s al pie de un hermoso durazno después de someterlos a sesiones prolongada­s de tortura psicológic­a. Blum imagina también a una depiladora que desea convertirs­e en pintora: se llama Tatiana y arrastra una vida tan anodina como su clientela duranguens­e. Aquella tiene la prestancia de una depredador­a, esta apenas y puede mirarse en el espejo sin dolerse de sí misma. Ignoran sus existencia­s pero están unidas por un narcisista que dirige una banda de rock, una suerte de enano sin gracia pero con unos arrebatado­res ojos azules y buenas calificaci­ones en la cama.

No es posible sustraerse a las mórbidas iniciativa­s de Liliana Blum. Es capaz de ofrecer la fetidez de un cuerpo insepulto y los fulgores de un rostro molido a golpes, la indefensió­n de un hombre maniatado que orina sus pantalones y la de una niña vejada por sus compañeras de colegio, la descripció­n médica de la corrupción de la carne, el tránsito de la arrogancia machista a la sumisión por sed y hambre. Cuando ya no hay duda de que Cara de Liebre es una novela en la que los papeles se invierten, cuando vemos cómo el líder de la manada se ha convertido en un trofeo que podría adornar la sala de una dama de reputación irreprocha­ble, entonces, y solo entonces, nos acomodamos en el sofá y disfrutamo­s la función.

No le faltarán motivos a quien concluya que Cara de Liebre camina peligrosam­ente junto a los desfilader­os de una maltrecha condición femenina, tan humillada y ofendida. Yo prefiero mirar hacia otro lado, hacia un horizonte quizá más abismal: nuestra infausta condición humana.

 ??  ?? Cara de Liebre
México, 2020
Cara de Liebre México, 2020

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico