Covid: apoyos sin claridad dejan deudas impagables
Mipymes y particulares reclaman que la banca carece de opciones y en algunos casos sufren acoso por pagos; plan de ayuda a deudores no da la dimensión real de la cartera vencida
Con una deuda que crece cada día, Arturo Padilla tuvo que reducir sus gastos y los de su empresa, Ecampack, al mínimo para sobrevivir hasta que la demanda por cajas y láminas de cartón mejoren. El cierre de actividades y la crisis provocada por el covid-19 lo obligó a pedir una reestructura de su crédito pyme por 180 mil pesos a un año con banco Afirme, que ahora se vio obligado a dejar de pagar.
Ecampack daba empleo a 10 personas. Las empresas de autoservicio y departamentales, sus principales clientes, echaron atrás las solicitudes en los meses más álgidos de la pandemia, por lo que redujo hasta 75 por ciento su producción mensual y se quedó solo con cuatro trabajadores.
“Nos detuvieron producciones bastante grandes, con las que podíamos solventar nuestros gastos, la renta debo de gay nóminas de los trabajadores. Traíamos una facturaciónde 700 mil pesos mensual es y redujimos prácticamente a 180 mil pesos al mes”, lamenta.
Con una empresa que ha operado por cuatro años, Arturo tiene la esperanza de que la situación mejore para solicitar una reestructura de su línea de crédito, ya que actualmente el banco no les ofrece ninguna facilidad.
“Preguntaron qué pasaba, porque éramos muy puntuales en los pagos. Tratamos de llegar a un acuerdo, que nos respetaron por dos meses, ya no más. Nos comenzaron hacerlos cobros correspondientes, y aunque re cortamosbajamos gastos para maquilas y deshacernos de la bodega, no fue posible mantenernos”.
La historia de Arturo se replica en miles de familias ymi pym es que vieron reducidos o perdidos sus ingresos con la pandemia. A pesar de que las autoridades financieras y el gremio bancario lanzaron un programa de aplazamiento de pagos de 4 a 6 meses sin impacto en intereses y capital de los créditos, estos no parecen ser suficientes.
Tanto en marzo como a finales de septiembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en conjunto con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicaron en el Diario Oficial de la Federación diversas reglas de operación para los programas de diferimiento de crédito y para el recién anunciado Programa de Reestructura de Créditos que los bancos podrán tomar de forma voluntaria. En ambos casos se permite a los bancos mantener una contabilidad temporal para ajustar los impagos y sus reservas para afrontarlos, con criterios más laxos que lo habitual.
Patricia Ruiz, docente en una escuela particular en Querétaro, es una de las 9.3 millones de clientes que se acogieron al programa de diferimiento de pago. Ella por un crédito nómina por 9 mil pesos. La sorpresa llegó en julio, cuando los intereses habían aumentado esa deuda a 15 mil 146 pesos, que ella ve imposible pagar, y por la cual recibe hasta 40 llamadas diarias del banco.
“Cuando viene la pandemia los bancos empiezan a anunciar con bombo y platillo las facilidad es que estaban otorgando los bancos y yo metí la solicitud a través del correo electrónico. El 5 de mayo me autorizaron que realizara el pago correspondiente de abril a julio y yo dejé de pagar, pero en julio mellamar porque supuestamente no he realizado los pagos y ya me generaron intereses”.
A pesar de que Patricia ofreció en reiteradas ocasiones pagar los 9 mil pesos que acordaron como deuda en mayo, el banco ya le ha ofrecido la facilidad de re estructura sobre la nueva deuda; sin embargo, no está dispuesta apagar los intereses generados sin previo aviso.
Patricia ya levantó una queja ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros(Condusef) y esp erala resolución .“Estoy dispuesta a entrar en cartera vencida y pagar solo lo que tengo de capacidad. Desde entonces estoy recibiendo todos los días llamadas, yo creo que entre 40 y 50 veces desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche” aseguró.