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Retomo un pasaje de la biografía del Venerable José Manuel Estrada Vázquez, venezolano, quien fuera fundador de la Gran Fraternidad Universal en su país de origen y en México: “Los que tengan entendimiento que entiendan: Nuestra Orden viene para confirmar una tradición que ha de cumplirse y que está expresada en la Biblia en claves. Es una sabiduría en forma de comedia en cierto modo dramática. Está en relación con el regreso del CHRISTO, el regreso de la INICIACIÓN viviente, pero en circunstancias diferentes a las de hace 2,000 años. Es la implantación de una vez por todas de la vida y gobierno Iniciático en el Planeta. Relacionado a esto, existe la presentación de dos columnas principales en las que descansa la INICIACIÓN en esta Nueva Era... Por esto dijo el SUBLIME MAESTRE [Serge Raynaud de la Ferrière, astrólogo y fundador, en Venezuela, en 1948, de la Gran Fraternidad Universal]: ‘Seguir a Estrada no es seguir a un hombre, sino seguir una línea, la de los Budas, la del Cristo, la de Krishna, la de Quetzalcóatl, etc…’.

Estas dos columnas, desde el punto de vista esotérico, están representadas en estas palabras claves: INRI y IEVE, escondidas en el nombre de dos personajes. Como dice la Biblia: ‘Con vestiduras blancas, uno de un lado del río y otro del otro lado’, uno en Francia [Raynaud] y otro [Estrada] en Venezuela (ambos países regidos por Leo).

El que estaba en Sudamérica esperaba al que estaba en Europa, y el que estaba en Europa vino en busca del que estaba en Sudamérica… uno trae la Tradición INICIÁTICA, lo que se ha escrito sobre Iniciación (‘no hablaré de mí mismo’, dice la Biblia) y otro trae la INICIACIÓN viviente; uno representa la palabra clave de Aquarius: SABER (intelecto) y otro la palabra clave de Leo: OSAR (realización); uno viene por Saturno (regente de Capricornio), el que impone las pruebas, y el otro por el Sol (regente de

Habrá que preguntarle si su creencia es parte de ese movimiento esotérico

Leo), el que las soporta; uno representa la constelación en donde estará el Sol precesionalmente [sic] en esta Nueva Era (Aquarius), el otro representa la constelación donde estará la Tierra en la Nueva Edad…”.

Dijo López Obrador en su mensaje a la Organización de las Naciones Unidas, hace unas semanas: “Tengo fe en el futuro del mundo. Yo soy creyente y mi credo es el de la Fraternidad Universal”. No era ni la primera ni la única vez que mencionaba a la Fraternidad Universal.

Ya en la ceremonia del Grito de Independenciade 2019, el Presidente de la República mexicana gritó :“Viva la Fraternidad Universal ”. Nadie entendió bien en ese momento de qué se trataba. Algunos lo ligaron incluso con la masonería. Pero, en realidad, la propia ceremonia de inicio de su mandato, el 1 de diciembre de 2018 en el Zócalo, mostraba ya claramente, como en este espacio lo señalamos, que se trataba de una corriente de neomexicanidad que “considera que México es el centro planetario desde el cual se logrará la anunciada transformación de la era de Acuario”.

Habrá que preguntarle a López Obrador si su declarada creencia en la Fraternidad Universal es parte de este movimiento esotérico y, de ser el caso, si él ya alcanzó el título de Rey Místico, Gran Gurú o el Pedro de la Nueva Era.