La batalla entre Google y Oracle llega a Corte de EU
La disputa se centra en los permisos para copiar subprogramas usados en el desarrollo de aplicaciones; la firma de soluciones en la nube pide 9 mil mdd en daños por uso ilegal de su software
Cuando una batalla legal de una década de duración entre Google y Oracle finalmente llegue a la Corte Suprema de Estados Unidos esta semana, muchos en la industria de tecnología le darán seguimiento a los procedimientos con un interés inusual.
No solo es que la audiencia oral programada para mañana marca una confrontación poco habitual en el tribunal superior de EU entre dos gigantes de tecnología, con Oracle que reclama 9 mil millones de dólares en daños por el uso ilegal de su software.
Tampoco es porque el caso llega a un punto crítico justo cuando los dosseencuentranalfilodelanavaja política en Washington. Oracle, una compañía políticamente bien conectada, trata de obtener el respaldodelgobiernoparasuacuerdo paralasoperacionesinternacionalesdeTikTok,mientrasqueGoogle se enfrenta a la perspectiva de una denunciaantimonopoliohistórica del Departamento de Justicia, que se espera de inmediato.
Pero para muchos en el mundo de la tecnología, el principal interés del caso se encuentra en una cuestión técnica fundamental. Si Google pierde, de acuerdo con los partidarios de la empresa, eso tendrá una repercusión en toda la industria, al aumentar en gran medida el poder de las compañías que controlan las tecnologías más utilizadas y dificultando la vida de los aspirantes a competidores.
“Esto afectará a todas las plataformas, todas las cosas que provocaron un crecimiento exponencial en la industria”, dijo Joshua Bloch, uningenieroquetrabajóenelcódigo en el centro de la disputa.
Pamela Samuelson, profesora de derecho en la Universidad de California, dijo: “La preocupación esquelasplataformasdominantes tendrán mucho más poder”.
Elcasogiraentornoasilosdesarrolladores necesitan permiso paracopiarlasAPIutilizadasenotros programas.LasAPIsonlasinterfaces que otorgan acceso a funciones particulares en un programa: si una nueva pieza de código utiliza las mismas API que un software existenteyampliamenteutilizado, entonces es mucho más fácil para los desarrolladores reutilizar el código que ya se escribió para ejecutarse en la nueva plataforma.
Eso es lo que Google esperaba cuando creó Android, copiando las API de Java, un marco de softwarequedesarrollóSunMicrosystems. Oracle, que compró Sun en 2009, más tarde demandó. Despuésdeunaseriedeaudiencias,un tribunal de apelaciones confirmó el argumento de Oracle de que sus APIdebíanrecibirlaprotecciónde derechos de autor; luego aumentó dolor de Google al dictaminar que la firma de internet no estaba cubierta por la exención de “uso justo”quepermiteunusolimitadodel material protegido.
Para la industria del software, esos fallos fueron una bomba.
Reutilizar las API como estas es una forma común para que otras empresas de tecnología hagan que sus productos puedan interoperar con las plataformas más utilizadas, indicó Bloch, quien supervisó las API de Java mientras estaba en Sun, y luego trabajó en Google adaptándolas para Android.
La historia de la informática está plagada de ejemplos similares, según señaló Bloch. Van desde el sistema operativo Linux de código abierto, que se basaba en el código Unix desarrollado en AT&T, hasta las primeras PC que fueron clonadas para funcionar como la primera computadora personal de IBM.
Si las firmas de tecnología pueden limitar la forma en que otros utilizan sus API, bloquearán a nuevos competidores disruptivos. Kent Walker, abogado