El difícil regreso del Tricolor
El regreso de la Selección Mexicana emocionó a más de uno, y en tiempo de pandemia, dicen los aficionados, se disfruta más ver al equipo nacional, aunque en su primer partido del año tuviera a un rival improvisado y sin la fuerza que se hubiera deseado. Aun así, el Tricolor volvió y lo hizo en medio de muchas complicaciones.
Para empezar, el pactar a los rivales no fue nada sencillo. Si de por sí siempre se sufre con el tema de calendario y traslados, ahora se complicó más por la pandemia. Y la muestra fue que la selección de Costa Rica, que ya estaba definida, no pudo viajar a México debido al protocolo sanitario de aquel país, que pedía a los jugadores una cuarentena de 14 días, es decir, no podían integrarse de manera inmediata a sus clubes. Así que al final, Guatemala aceptó el reto de desempolvar a los mexicanos.
Aunque lo negó en conferencia de prensa, a Gerardo Martino se le complicó de alguna manera armar la lista de jugadores con los que viajaría a Europa para enfrentar a Holanda y Argelia (7 y 13 de octubre), pues algunos directivos y entrenadores de la Liga Mx no querían perder a sus jugadores para la Jornada 13, pues el Tricolor viajó un día antes de su inicio.
Fue así que, según lo dicho por el mismo Tata, se acordó con los equipos para no quitarles más de dos jugadores. Si bien los representantes de los clubes están en su derecho de querer contar con sus futbolistas, y también si se toma en cuenta que se trata de partidos amistosos, queda claro que esa famosa frase de que la “prioridad siempre es la Selección, y que es un orgullo portar la playera verde” ha pasado a segundo término. Incluso, a la MLS tuvo que llegar el escrito de FIFA en la que respalda las jornadas internacionales para que soltara a los jugadores.
El Tata se ha enfrentado a esos conflictos que no son exclusivos de su gestión ni del futbol mexicano (él ya lo vivió en Argentina), y pese a todo esto, aunado a la ausencia de Hirving Lozano (por temas sanitarios), el entrenador se medirá a un equipo de jerarquía como Holanda, al que hay que sacarle el mayor provecho, pese a que no jugará con sus mejores elementos.