Día crucial en la Gran Carpa
Atléticos, Marlines y Yanquis tienen la obligación de ganar hoy para no quedar eliminados
Hasta antes de la conclusión del juego entre Dodgers y Padres, la jornada de ayer dejó las cosas claras para tres equipos: o ganan hoy o se van a casa.
Los Bravos comenzaron el día imponiendo ante los Marlines la ley que han hecho valer en estos playoffs: su pitcheo manda. Y es que con su tercera blanqueada en cuatro juegos (dos ante Cincinnati y esta ante Miami) los del tomahawk se pusieron a un triunfo de la Serie de Campeonato.
En seguida, los Astros buscaban calificarse por cuarto año consecutivo a la previa de la Serie Mundial, y aunque por momento parecían conseguirlo, tendrán que esperar para celebrar porque los Atléticos, a base de cuadrangulares, se mantuvieron con vida. Nunca antes se había visto algo como lo que Oakland hizo, pues los cuatro peloteros de su cuadro se volaron la barda.
En ese juego, el abridor por Houston fue el mexicano José Urquidy, pero, aunque al final se fue sin decisión, el mazatleco tuvo un mal partido, al permitir cuatro carreras en 4.1 innings, todas ellas producto de cuadrangulares solitarios de Mark Canha, Marcus Semien, Tommy La Stella y Matt Olson.
El juego estaba 7-7 en la octava luego de ver siete palos de vuelta entera (cinco de los A’s), pero ahí Oakland evitó la eliminación... con un par de elevados de sacrificio.
Después vino el platillo fuerte, entre Rayas y Yanquis, y fueron los primeros los que se llevaron la victoria utilizando, irónicamente, la fortaleza de los neoyorquinos: los batazos largos, renglón en el que superaron 3-1 a los Bombarderos.
Giancarlo Stanton se convirtió en el primer yanqui en la historia en irse para la calle en cinco juegos consecutivos, pero su logro quedó opacado por la extraordinaria labor del cubanomexicano Randy Arozarena, quien no solo bateó de 4-3, sino que también conectó cuadrangular por tercer juego seguido y encaminó al triunfo a las Rayas.
Para cerrar el telón, Dodgers buscaba poner contra la pared a los Padres, que, en contraparte, querían igualar la serie.