Lío por el agua en Ojinaga
Asegurado hasta octubre, el año de cultivo: agricultores
El fracaso está a la vuelta de la esquina, da escalofrío vislumbrar un escenario sin la certidumbre del agua”, expresó Arnaldo Valenzuela, agricultor del distrito 090 de Ojinaga, Chihuahua, donde la guerra por el líquido ha entrado en un impasse.
Esto, luego de que el conflicto cobrara la primera víctima con la muerte de Jéssica Silva, y de que el gobierno continuara vertiendo el agua de las presas El Granero y Las Vírgenes para el pago del tratado de 1944 con Estados Unidos, mientras agricultores y productores mantienen tomada la presa La Boquilla.
La lluvia de hace dos semanas ofreció un poco de alivio, pero los inconformes advierten que la precipitaciónllegótardey,aunquecreció el cauce del río Conchos en su desfogue al río Bravo, es agua que ya está comprometida.
“En muchas ocasiones vemos pasar el agua en abundancia pero no la podemos disfrutar, no la podemos tocar (...) nuestros productores la ven pasar y dicen: ‘No hay agua, pero el río va lleno’. Sí, pero es para cumplir otros comaño promisos”, reclamó Martín Sánchez, alcalde de Ojinaga.
Los afectados señalan que el Presidente está mal informado cuando asegura que el año agrícola está garantizado, pues no contempla que éste termina en octubre y el que está en riesgo es el siguiente ciclo, porque no se está guardando agua suficiente.
“Dicen que estaba asegurado el cultivo de este año, sí, el ciclo de 2020 termina este mes. Las familias de la cuenca del Conchos y del estado no pensamos vivir nada más un año, pensamos vivir más”, subraya Sánchez.
El agricultor Rolando Nuñez coincidió con ese diagnóstico y dijo a MILENIO que si bien este de riego fue difícil, ya está superado; sin embargo, la sequía está poniendo en peligro la siembra y el ganado para el próximo ciclo.
Los inconformes aún confían en que se logre un diálogo con las autoridades federales y que éstas detenga la extracción de agua pues advierten que de no ser así, muchos pequeños agricultores tendrán que buscar otras opciones de supervivencia.
“El problema es para el año que entra si nos llega a faltar el agua. ¿Se imagina qué vamos a hacer todosenestaregión?Hayquemigrar para otras partes, pero esperemos que el gobierno entienda y sea más sensible”, refirió Nuñez.
Arnoldo Valenzuela, conocido en la región por ser experto en materia hidrológica, recordó que la economía de Chihuahua depende en gran medida del Río Conchos y laproducciónqueéstegeneraenel estado, por lo que pide al gobierno federal poner fin al conflicto.
“Los países, como el vecino del norte, que protegen su producción agropecuaria, son países consolidados económicamente, para los que no impulsan el desarrollo del campo el fracaso está a la vuelta de la esquina”, insistió.
Los efectos de la seguía ya son visibles en algunas partes donde se han perdido cosechas y ganado. En algunas zonas se observan plantíos perdidos, milpas quemadas por falta de lluvia y riego, además de ganado en mal estado o hasta esqueletos en el suelo.
Los pescadores de la presa El Granero también están siendo afectados; Víctor Leyva, de la Cooperativa de Pescadores, explicó que al bajar los niveles de agua, como ha sucedido en el año, se pierde la pesca de tilapia, de la cual depende su comunidad.
El pago del agua a EU continúa y el límite para ponerse al corriente con el adeudo es el 24 de octubre; mientras tanto, agricultores y productores temen por sus tierras y por una sequía que no parece dar tregua.