Contra la corrupción
La corrupción es el principal problema de la vida pública de México. No se trata de una frase retórica, sino de una realidad terrible, de la conclusión de un diagnóstico en donde el problema no tiene límites y que afecta gravemente la vida cotidiana de la sociedad, el funcionamiento de las instituciones y merma sensiblemente las finanzas públicas.
Por muchos años, podríamos decir décadas, desde la oposición denunciamos los hechos de corrupción que los medios de comunicación o investigaciones aisladas trascendían a la opinión pública. Intuíamos lo grave del problema, contábamos con datos, indicios y algunos expedientes, pero no conocíamos en realidad hasta dónde la corrupción había penetrado la vida pública.
ApenasdosañosdespuésdequeelpresidenteAndrés ManuelLópezObradorasumieralaconduccióndelpaís y que la coalición Juntos Haremos Historia ganara en varias entidades federales y la mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión, pudimos conocer las dimensiones reales de este grave problema. Se trata de verdaderos modelos que esconden o disfrazan abominables actos de corrupción. No se trata solo de negocios al serviciodeunoscuantos,sinodeverdaderasmafiascreadas paradesfalcarlasarcaspúblicasconcomplicadosmecanismos financieros e intrincados procesos legales.
A algunos sorprende la dureza con la que el presidente López Obrador se refiere a los hechos de corrupción en sus conferencias matutinas y en las diversas actividades en las que participa. Con su énfasis y reiteraciones, el Presidente expresa la gravedad del problema que encontró al asumir la Presidencia y su determinación de combatirla en todos los aspectos en las que se encuentra. La lista de actos de corrupción que ha tenido que combatir el gobierno de la 4T resulta infinita. Iba desde la construcción del nuevo aeropuerto de Texcoco, que fue cancelado en una de las primeras acciones del nuevo gobierno, hasta las guarderías que eran subrogadas en todo el territorio nacional. Iba desde la complicidad de autoridades y personal de Pemex con las bandas de huachicoleros, hasta los grupos que monopolizaban la venta de medicamentos al sector salud. Iba desde los moches en obras públicas y control de los recursos de los programas sociales, hasta los fideicomisos que la Cámara de Diputados desapareció, eliminando sus estructuras, pero asegurando que ahora los apoyos lleguen de manera directa a los beneficiarios.
Tan efectiva ha sido la lucha contra la corrupción, que en dos años el gobierno de México ha logrado contar con 500 mil millones de pesos que antes se perdían de las arcas públicas. La lucha contra la corrupción es diaria, los 365 días del año. Adecuar el marco legal paraqueloshechosdecorrupciónseansancionadosylos grandes corruptores no evadan la acción de la justicia; investigartodoslosactosdecorrupciónparaterminar conlaimpunidadydiariamentecontenerlastentaciones que enfrentan los servidores públicos.
Estamos conscientes de los grandes problemas que tiene el país, como son la pandemia de covid-19 y la crisis económica que de ésta derivan, pero sin lugar a dudas el combate y la eliminación de la corrupción es uno de los retos principales y al cual dedicaremos todos nuestros esfuerzos para erradicarla de nuestra vida pública.
Es uno de los retos principales y al cual dedicaremos todos nuestros esfuerzos para erradicarla