Destrucción en marcha
El virus nos espera y puede dispararnos a bocajarro, a quemarropa. Es más fuerte que los Gobiernos, que la KGB, que Trump, que las compañías offshore que se suponían que eran los nuevos poderes del mundo, en una época en la que nos ahogamos en información y cada vez somos más sopas: los votantes y los votados. El número de capullos en el poder y en las urnas ha aumentado considerablemente. Países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Brasil están dirigidos por auténticos necios. En Europa y en América algunos gobernantes han sido propagadores de la peste. Ha ocurrido lo que Robert Musil vio en los años 30: una vuelta a la barbarización y a la estupidez, con líderes que conspiran contra el bienestar y la salud. De sus errores y supersticiones proceden algunos de los peores desastres de la pandemia.
España, sin ir más lejos, parece un reino en descomposición. Está en riesgo la forma de Estado, la unidad de la nación y hay unaruinaeconómicaqueasustaaEuropa.
Como dice Marco Antonio en Julio César: «Destrucción, ya estás en marcha, toma el camino que prefieras». El espectáculo de la pelea en Madrid entre el Gobierno y la Comunidad, la manera de sacar rédito de los tanatorios es repugnante.
Unos Gobiernos lo han hecho mejor que otros. La historia se ha acelerado con la pandemia, pero unos la han parado y otros la han agitado. Faltan hombres de Estado, faltan médicos, faltan ucis. Los errores de los que mandan –despreciando a los científicos, practicando la desinformación, las teorías conspirativas y el curanderismo– han agravado
Países como Gran Bretaña, Estados Unidos o Brasil están dirigidos por auténticos necios
en muchos países la tragedia. Norteamérica, que en las grandes guerras y catástrofes aportó ayuda y democracia, ha dado esta vez un pésimo ejemplo.
La revista Nature dice que las acciones del presidente Trump han exacerbado la pandemia que ha matado a más de 200.000 personas en Estados Unidos, ha hecho retroceder las regulaciones ambientales y de salud pública y ha socavado la ciencia y las instituciones científicas. Los expertos declaran que muchas de esas muertes fueron evitables y el daño a la ciencia podría ser permanente. «Nunca habíamos visto una guerra tan orquestada contra el medio ambiente o la ciencia», ha dicho Christina Todd Whitman, quien dirigió la Agencia de Protección ambiental bajo el ex presidente Bush. La candidata a la vicepresidencia ha declarado en un debate que la reacción de Trump al Covid es el mayor fracaso de un presidente en la historia de los Estados Unidos», aunque Trump sigue con sus chulerías y sus supersticiones diciendo que contagiarse ha sido una bendición de Dios.