Carlos Salinas enfrentó también una rebelión de los gobernadores
La Alianza Federalista actual tuvo entre sus motivos la falta de recursos contra el covid
Las alianzas y los grupos entre gobernadores no son tema reciente en Nuevo León; estas agrupaciones ya existían antes de que Jaime Rodríguez Calderón se asociara con sus homólogos de Coahuila y Tamaulipas y sentaran las bases para la Alianza Federalista.
Durante el mandato presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se conformó el llamado “sindicato de gobernadores”, en el que estaban los mandatarios de entidades gobernadas por el PRI, entre ellos Veracruz, Aguascalientes, Tlaxcala, Tamaulipas y Nuevo León.
Ahora, los mandatarios se han reunido para hablar de temas de seguridad, recursos e incluso de la crisis que enfrentan debido al covid-19.
Fueel10dejuliode2019,cuando se empezó a escribir la nueva historia de alianzas entre mandatarios.Estodebidoaquelosgobernadores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas firmaron un acuerdo para atender el problema de manera coordinada y sin restricciones geográficas.
Para el 19 de marzo de este año, el centro de atención de sus reuniones pasó al terreno de la salud y crearon un frente anticovid-19, desde el cual insistieron en que se creara a nivel federal una bolsa extraordinaria para enfrentar la pandemia.
Luego, los gobernadores aseguraron que la Federación no les había apoyado y acusaron que al Presidente sus cercanos lo malinformaban o engañaban.
No pasaron dos meses cuando el grupo creció a cinco mandatarios, al unirse los de Durango y Michoacán, subió a siete con la llegada de Jalisco y Colima, luego Guanajuato, Chihuahua y Aguascalientes, y juntos los 10 crearon la Alianza Federalista.
Cuatro de los 10 estados que conforman este “sindicato” se encuentran en el top ten de la violencia en México, con Guanajuato a la cabeza en homicidios con 2 mil 250 casos.
El 7 de septiembre pasado los gobernadores de esas entidades anunciaron su salida en bloque de la Conferencia Nacional de Gobernadores.