¿Y ahora cómo bajan a Porfirio?
Dijo ayer Porfirio Muñoz Ledo en una conferencia virtual en la que lo acompañó Ifigenia Martínez que ellos, sí, ellos, construyeron la democracia en México, incluyendo por supuesto a lo que hoy conocemos como INE. Gracias, Porfirio.
Dijo también Porfirio que la campaña en espectaculares de Mario Delgado es la más cara en la historia de México, que ni las del PRI. Ah, chingá, Porfirio: ¿con qué moneda y en qué campaña estabas pensando?
Y luego dijo que él es el nuevo presidente (legítimo) de Morena y no hay más discusión. Ya en otros días ha insultado a sus adversarios, les ha dicho cualquier cantidad de cosas.
La conferencia fue porque Muñoz Ledo no pudo ir a tomar posesión de la presidencia del partido como lo había anunciado, más allá de que las reglas pactadas dicen que el resultado de la encuesta entre Mario Delgado y él no definen ganador y habría que hacer una tercera.
Estaba claro que las cosas se iban a poner feas. Morena había descuidado su padrón, no había manera de elegir dirigentes y todo acabó en manos del tribunal, del INE y de encuestadores; tres actores que—seré generoso—no son los favoritos de muchos en el movimiento morenista.
Un elemento nadie lo previó: Porfirio Muñoz Ledo.
Uno puede imaginar cómo el grupo opuesto a Mario Delgado (y Marcelo
Todo acabó en manos del tribunal, del INE y de encuestadores
Ebrard) imaginó a quién ponerle enfrente en una encuesta y, conocedores que el reconocimiento es el gran factor de ese método, pues qué tal si le decían aPorfirio.
Salvo que alguien no se acordó que Porfirio, pues es él: Porfirio. Y como él ha dicho, va a hacer historia siendo presidente de tres partidos políticos en México (no entiendo por qué eso es motivo de orgullo, pero cada uno).
Ayer, el actual presidente del partido y el actual adversario de Muñoz Ledo pidieron unidad y pronta reconciliación. Buena suerte.
La acumulación de insultos en esta extraña campaña para influenciar… ¿encuestas? El acarreo de unos y otros para insistir en que alguno de los dos ceda y sobretodo, hay que decirlo, Porfirio, hacen difícil imaginar cómo será el futuro pase lo que pase.
O será tan de telenovela la reconciliación como ha sido la bronca.
Tal vez alguien, o algunos, deben estar arrepentidos de haber invitado a Porfirio a la fiesta.