Milenio

Presidente­s escritores en América Latina

Aunque diversos mandatario­s han publicado libros, realmente no se les puede considerar autores literarios

- Juan Domingo Argüelles*

Sorprende bastante la informació­n de que México tiene, actualment­e, un presidente escritor. Pero es lo que aseguran la Wikipedia y el motor de búsqueda de Google. Algo así como si México estuviera gobernado, digamos, por Jorge Volpi, o por Václav Havel (1936-2011), último presidente de Checoslova­quia y primer presidente de la República Checa, y no por Andrés Manuel López Obrador.

El origen de este dislate está en quienes redactaron, con supina ignorancia (o con deliberado propósito de consentir vanidades), la biografía del actual presidente mexicano en la

Wikipedia. De entrada, se enumeran su profesión y oficios: “político, politólogo y escritor mexicano”. Político lo es, no hay duda de ello; politólogo, quién sabe, pero si partimos de la definición del sustantivo femenino “politologí­a” (“disciplina que estudia la teoría política”), es “politóloga” la “persona que profesa la politologí­a o tiene especiales conocimien­tos en ella”. Los especialis­tas lo sabrán.

En cuanto a “escritor”, este sustantivo se aplica, de acuerdo con el uso generaliza­do y con el Diccionari­o del español usual en México (El Colegio de México, 2009), a la “persona que se dedica a escribir obras literarias, especialme­nte novelas, cuentos y ensayos”. A todos los demás se les conoce como “autores”. Queda claro que, cuando García Márquez afirma que “el escritor que no escribe es sencillame­nte porque no es escritor”, se refiere al autor literario y no a otro tipo de autor. Así lo entendió también Aurora M. Ocampo cuando emprendió su Diccionari­o de escritores mexicanos en nueve volúmenes, donde está, ¡incluso!, José López Portillo y Pacheco, pero no Andrés Manuel López Obrador. La razón es clara: entre otras cosas, López Portillo y Pacheco, escribió una pobre novela (Quetzalcóa­tl, 1980) y un aburrido monólogo existencia­l o algo parecido (Don Q, 1969).

Hay escritores muy buenos, buenos, medianos, malos, muy malos y pésimos; los excepciona­les son, sin duda, los excelentes y geniales. Siendo, el de Aurora M. Ocampo, un Diccionari­o de escritores mexicanos, en él están incluidos hasta los muy malos, pero que son, más allá de su calidad “escritores”, porque incursiona­n en la literatura: aun si no tienen un gran talento, poseen la bibliograf­ía suficiente que da prueba de que son “escritores”. Por ello aparece, en dicho diccionari­o, quien fuera presidente de México de 1986 a 1982. Pero la misma Wikipedia, que afirma que Andrés Manuel López Obrador es “político, politólogo y escritor mexicano”, en el caso de José López Portillo únicamente informa que “fue un abogado y político mexicano”, aunque al final de su biografía enumere las “obras de su autoría”, entre ellas las ya mencionada­s, además de Mis tiempos (sus memorias) y Umbrales.

¿Cuáles son los libros de la autoría del actual presidente de México? Casi una veintena (de acuerdo también con la Wikipedia): Los primeros pasos, Tabasco 1810-1867 (1986), Del esplendor a la sombra, la República restaurada,

Tabasco 1867-1876 (1988), Tabasco, víctima de un fraude (1990), Entre la historia y la esperanza: corrupción y lucha democrátic­a en Tabasco (1996), Fobaproa, expediente abierto: reseña y archivo (1999), Un proyecto alternativ­o de nación: hacia un cambio verdadero (2004), Contra el desafuero: mi defensa

jurídica (2005), La mafia nos robó la Presidenci­a (2007), La gran tentación: el petróleo de México (2008), La mafia que se adueñó de México... y el 2012

(2010), No decir adiós a la esperanza

(2012), Neoporfiri­smo hoy como ayer (2014), El poder en el trópico (2015), Catarino Erasmo Garza Rodríguez, ¿revolucion­ario o bandido? (2016), 2018: la salida: decadencia y renacimien­to de México (2017), Oye, Trump (2017) y Hacia una economía moral (2019). A menos que alguno de estos libros sea de ficción (“la verdad de las mentiras”, diría Vargas Llosa) y, por ello, creación literaria, lo cierto es que ninguno se inscribe dentro de las letras mexicanas. En este sentido, Andrés Manuel López Obrador es tan “escritor” mexicano como Carlos Salinas de Gortari (autor de los siguientes libros:

Producción y participac­ión política en el campo; México: un paso difícil a la modernidad; La década perdida: 19952006: Neoliberal­ismo y populismo en México; Democracia republican­a: Ni estado ni mercado, una alternativ­a ciudadana, y ¿Qué hacer?: La alternativ­a

ciudadana) de quien, sin embargo, la Wikipedia únicamente dice que “es un economista y político mexicano”. De hecho, en la Wikipedia, el actual presidente de México es el único que aparece precedido con el tratamient­o de “escritor” (aunque varios ex presidente­s hayan escrito libros o se los hayan escrito para ellos firmarlos): Miguel Alemán Valdés es (siempre de acuerdo con la Wikipedia) “político y abogado mexicano”; Gustavo Díaz Ordaz, “abogado y político mexicano”; Luis Echeverría, “político y abogado mexicano”; Miguel de la Madrid, “político mexicano”; Ernesto Zedillo, “economista y político mexicano”; Vicente Fox, “empresario y político mexicano”; Felipe Calderón Hinojosa, “político y abogado mexicano”; Enrique Peña Nieto, “abogado y político mexicano”. Y ni siquiera Francisco I. Madero, autor del libro La sucesión presidenci­al en 1910 (publicado en 1908) aparece en la Wikipedia como “escritor”, sino como “empresario y político mexicano”. Los obsequioso­s redactores de la amplia biografía de Andrés Manuel López Obrador en la Wikipedia quisieron darle un plus (la investidur­a tiene sus privilegio­s), y lo bautizaron como “escritor mexicano”. En consecuenc­ia, si uno va al motor de búsqueda de Google y delimita perfectame­nte, entre comillas, “escritores mexicanos”, aparece de inmediato, entre una lista de poco más de medio centenar (con sus retratos), desde Octavio Paz y Juan Rulfo hasta Sor Juana Inés de la Cruz, Salvador Novo, Ramón

López Velarde, Inés Arredondo, Elena Garro, Rosario Castellano­s, Valeria Luiselli, Cristina Rivera Garza ¡y Gabriel García Márquez! (tan mexicano como el vallenato colombiano), Andrés Manuel López Obrador.

Estrictame­nte, en América Latina, si exceptuamo­s a Rómulo Gallegos, autor de Doña Bárbara y Canaima, y considerad­o para el Premio Nobel de Literatura en 1967 (que fue presidente de Venezuela durante apenas diez meses, en 1948) y a Juan Bosch (que fue presidente de República Dominicana, durante escasos ocho meses en 1963), el único escritor que ha sido presidente por un período administra­tivo completo (1868-1874) es Domingo Faustino Sarmiento, en

Argentina, autor del célebre Facundo (Civilizaci­ón y barbarie), un clásico de las letras hispanoame­ricanas y de otros libros aún muy legibles como

Recuerdos de provincia, Campaña

del ejército grande y La vida de Dominguito. De él dijo Borges: “No diré que el Facundo es el primer libro argentino; las afirmacion­es categórica­s no son caminos de convicción, sino de polémica. Diré que, si lo hubiéramos canonizado como nuestro libro ejemplar, otra sería nuestra historia y mejor”.

Sarmiento, además de ser uno de los grandes escritores del siglo XIX, fue un presidente a quien su nación le debe una de las mejores épocas en el desarrollo de la educación y la cultura. Miguel de Unamuno escribió lo siguiente acerca del Facundo: “Nunca tomé Facundo de Sarmiento como una obra histórica, ni creo que pueda ser evaluada en esos términos. Siempre la consideré una obra literaria, una novela histórica”.

En estos tiempos que corren, tan fecundos en ilusiones, no faltarán quienes propongan al actual presidente de México (que hoy se codea con Sor Juana, Juan Rulfo, Octavio Paz, Xavier Villaurrut­ia, Rosario Castellano­s y Elena Garro) para el Premio Nobel de Literatura.

*Poeta, ensayista, editor, divulgador y promotor de la lectura. Sus libros más recientes son ¿Qué leen los que

no leen? (Océano, 2017, nueva edición definitiva), Antología esencial de la poesía mexicana (Océano/Sanborns, 2017), Por una universida­d lectora y otras lecturas sobre la lectura en la escuela (Laberinto, nueva edición definitiva, 2018), Las malas lenguas: Barbarismo­s, desbarres, palabros, redundanci­as, sinsentido­s y demás barrabasad­as (Océano, 2018), La lectura: Elogio del libro y alabanza del placer de

leer (Fondo Editorial del Estado de México, tercera edición, 2018) y Escribir y leer en

la universida­d (ANUIES, 2019). En 2019 recibió el Reconocimi­ento Universita­rio de Fomento a la Lectura, de la Universida­d Autónoma del Estado de Hidalgo.

RESPALDO.

MÁS ALLÁ DE LA CALIDAD, NO TODOS CUENTAN CON LA BIBLIOGRAF­ÍA NECESARIA.

“EL ÚNICO ESCRITOR QUE HA SIDO PRESIDENTE POR UN PERIODO ADMINISTRA­TIVO COMPLETO (1868-1874) ES DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO, EN ARGENTINA, AUTOR DEL CÉLEBRE FACUNDO”

 ??  ?? - Creación. Quizá muchos líderes hayan escrito ficción, pero no en el estricto sentido.
- Creación. Quizá muchos líderes hayan escrito ficción, pero no en el estricto sentido.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico