Nueva realidad, nueva educación
Platicando hace unos días con mi hermana sobre la situación educativa que estamos viviendo en México, me hizo una pregunta que me pareció muy interesante: ¿por qué se está enseñando lo mismo en la escuela cuando el mundo ya no es el mismo? ¿No merece la nueva realidad una nueva educación?
El coronavirus vino a desquiciar el sistema de enseñanza tradicional. Millones de niños están tratando de aprender por internet o por televisión; en la mayoría de los casos con poco éxito.
Todo indica que los rezagos educativos de hoy generarán cicatrices que perdurarán por años.
Pero estos momentos de crisis también pueden presentar oportunidades. El covid no solo ha transformado la educación, sino gran parte de cómo vivimos y trabajamos. Se habla de una “nueva realidad”, que perdurará aún cuando la pandemiaseacabe.Deunantesydeundespués. El tipo de habilidades que requerirán nuestros hijos para competir son distintas. ¿Por qué no aprovechar esta coyuntura para redefinir lo que deben de aprender? ¿Por qué no redefinir el currículo escolar? ¿Por qué no adecuar lo que se quiere enseñar para que sea lo más eficiente posible dadas las limitantes de las plataformas actuales de enseñanza como la televisión?
De entrada, para tener éxito en el futuro hay que ser mucho más ágiles en tecnología, como ha quedado claro con la educación. ¿Por qué no enseñar, en los casos que sea posible, a utilizar herramientas como Google y Zoom? En artículos pasados, mucho antes de que estallara la pandemia, he propuesto incluir en el currículo escolar materias como “Google”, en las que los alumnos aprendan a buscar información por internet que les sea útil para sus vidas y su trabajo: bolsas de trabajo, tasas de interés para una hipoteca, precios de refrigeradores.
Zoom podría ser otra herramienta que valdría la pena enseñar a aprovechar al máximo. No solo muchas clases se están llevando a cabo por Zoom, el trabajo a distancia —una tendencia que va a prevalecer después de la pandemia—, también depende de este tipo de sistemas de videoconferencia.
La tecnología no es lo único que debería privilegiar una nueva educación en estos momentos de cambio. También debería de reorientarse a temas como la ecología, el civismo y la salud. ¿Por qué no enseñarles a los niños cómo plantar un huerto en sus casas para crear consciencia del medio ambiente? ¿Por qué no pedirles que colaboren más con sus padres en los quehaceres del hogar como parte de sus deberes escolares para formar carácter e inculcar disciplina? ¿Por qué no enseñarles a cuidar mejor su salud? En fin, se me ocurren cantidad de lecciones que pueden transmitirse durante esta época tan complicada.
Por supuesto que no se pueden descuidar conocimientos básicos, como matemática s, redacción e historia que, con o sin pandemia, vieja onuevarealidad,sonindispensablesparalaformación académica de un estudiante. Pero tampoco podemos pretender que el mundo poscoronavirus no requiere nuevas habilidades.