La Luna...
Hallan agua en zonas iluminadas por el Sol
Dos estudios publicados este lunes revelaron que, además de confirmar la presencia de agua en la Luna, su suelo no solo conserva cantidades mayores de lo que se creía hasta ahora sino que, por primera vez, la han detectado en zonas expuestas a la luz solar.
Dos hallazgos que facilitarán la preparación del programa Artemisa, con el que EU pretende volver a pisar el satélite en 2024 y establecer en los años siguientes una estación lunar.
Desde hace tiempo se sabe que el polo sur del satélite alberga agua que, en teoría, puede ser extraída por astronautas que vayan a trabajar allí dentro de unos años; hoy quedan pocas dudas de que existe y, además, resulta que hay mucha más de la que se pensaba, según estudios publicados en la revista Nature Astronomy y anunciados simultáneamente por la NASA.
La primera investigación no solo confirma de manera inequívoca la presencia de agua, sino que por primera vez revela que ésta no solo está presente en zonas en penumbra permanente, sino también en áreas iluminadas, en forma de moléculas de agua que habrían quedado atrapadas entre los granos de suelo.
El estudio se realizó con datos del observatorio Sofia, el cual detectó una firma espectral que, según los autores, indiscutiblemente indica que se trata de agua, pues no la comparten otros compuestos. Investigaciones anteriores apuntaban también a que se trataba del líquido, pero la firma espectral que se había observado era compatible también con que fuera hidroxilo (muy parecido químicamente), por lo que no podían estar seguros.
No obstante, ahora argumentan que se trata de agua atrapada en minerales de la superficie protegida del hostil ambiente lunar; sus datos revelan concentraciones de entre 100 y 412 partes por millón atrapadas en un metro cúbico de suelo.
Trampas frías
Un segundo estudio sostiene que los depósitos de agua atrapada que se habían visto en el polo sur son más numerosos de lo que se cree; un análisis a profundidad de la superficie ha revelado que están repartidos por una vasta área y tienen tamaños muy diversos, por lo que están a mano para poder establecerse allí.
Son, según los autores, una especie de trampas frías repartidas por la superficie en la que quedaría atrapada el agua.
Paul Hayne, investigador de la Universidad de Colorado y autor principal del estudio, explica que los depósitos están cerca de los polos lunares, en zonas permanentemente a la sombra: “Nuestros resultados muestran que estas microtrampas frías están mucho más extendidas por la región de lo que se pensaba y, por tanto, son más accesibles”.
Asimismo, Hayne considera que el líquido podría ser extraído por astronautas: “La NASA y otras agencias están desarrollando tecnologías para extraer esa agua de la superficie lunar y aprovecharla. Aún no sabemos a qué profundidad está el hielo. Nuestros hallazgos sugieren que las microtrampas se reparten por una gran superficie, por lo que es posible que sea necesario diseñar tecnologías de extracción para operar en un área grande en lugar de excavar a gran profundidad".
La detección de H2O molecular en la superficie de la Luna proporciona una fuente potencial del líquido para abastecer las trampas de frío de los polos, señala Hayne: “Nuestros resultados indican que el agua puede ser más accesible como recurso para futuras misiones y asentamientos permanentes”.