Estrellas usando la violencia
Llegan comunicados a mi bandeja de Ninel Conde (y de rebote otro de Maribel Guardia). Me pregunto si sus publicistas alguna vez en la vida me han leído o si solo los mandan a todos los correos que encuentren del medio. Decido que he estado demasiado intensa con temas internacionales y busco un respiro local. Abro el correo y me enojo. Y es que la poca claridad y distinción en el mensaje que se quiere mandar me espanta. Y no ayuda en nada que en internet, esas son las notas que más tráfico generan.
Pero aguas cuando el mensaje implica temas como violencia y feminicidios, porque ahí no hay lugar para confundirlo con un mero chisme más que se está literalmente vendiendo en y a las revistas y luego en línea.
El caso de Ninel es particularmente extraño. Nadie niega que la famosa es una sobreviviente. Y solo hay los mejores deseos en su nuevo matrimonio y boda, la cual, como el comunicado indicaba, fue vendida primero aunare vista de prestigio. Pero atar eso, como final feliz, alstr ea ming desuboda con una cuota de por medio, preocupa y mucho. ¿Cuántas niñas siguen pensando en el cuento de hadas y que éste termina en una feliz boda? El hecho que lo que se recaude ahí se entregará como donativo para una fundación que ayuda a las mujeres suena bonito, pero el mensaje se pierde en el ruido farandulero. Y eso me sabe a peligro, porque vender tu intimidad de esa manera es una de las cosas que más invitan a pensar que nada delo que se dice es en serio y que todo es por publicidad. Y sí estás atando semejante frivolidad al de la violencia de género, es muy serio el asunto. Es solo darle armas al enemigo para descalificar todo el tema.