¿Nuevo León para Morena?
Después de que la diputada Tatiana Clouthier retirara su aspiración a la candidatura morenista por el gobierno de Nuevo León, el camino se aclaró para Clara Luz Flores Carrales.
La actual alcaldesa del municipio metropolitano de Escobedo es una de las favoritas en las encuestas, igual que otros. Pero a ella, y en eso nadie le compite, se la han peleado los grupos políticos del estado, partidos e independientes. Literalmente.
Todos menos el PRI, su partido de origen. Flores Carrales renunció cuando estuvo segura de que ahí no tendría posibilidades de ser la candidata a gobernadora en 2021: no era parte del grupo interno identificado con el ex gobernador Rodrigo Medina, dominante en Nuevo León; ni ella ni su marido, Abel Guerra, otro priista con aun más años de militancia y un tinaco de cuestionamientos internos. En el PRI, por otra parte, todo parece resuelto ya: Adrián de la Garza, ex procurador y actual presidente municipal de Monterrey, va directo a la disputada candidatura.
Después de la renuncia de Flores al PRI y tras sus primeros acercamientos con Morena (al inicio todavía con Yeidckol Polevnsky), fue el PAN quien empezó a buscar una alianza con MC y con ella como candidata.
Es sabido que en Nuevo León el PAN está profundamente dividido desde 2003 entre la Vieja Cúpula, de corte empresarial, y la Nueva Cúpula, de corte pragmático (digamos). Pero esta vez algunos líderes vieron la posibilidad de reencuentro a partir de dos elementos: un adversario común (el presidente López Obrador y Morena) y un candidato externo que hiciera posible el acercamiento. Después de un par de intentos fue evidentequenoseríafácilencontraralapersonaadecuada, apoyada por todos. Fue entonces cuando propusieron la candidatura a Clara Luz, con el argumento de que, en Nuevo León, el partido de AMLO la tendría muy difícil.
Fracasaron. Una versión dice que el ofrecimiento iba acompañado de demasiados candados, que los panistas no estaban dispuestos a ceder los mandos estatales. Otra versión insiste que fue ella quien dio largas al tema hasta que se retiró porque seguramente ya tenía arreglos con Morena.
El PAN ahora sigue buscando alianzas y un gallo externo en los pocos días que le quedan para inscribir precandidatos; aunque el tiempo corre a favor de los aspirantes internos, con la desventaja de que ya se ha dicho demasiadas veces que ellos no son la primera opción: un auténtico fuego amigo.
Hace unos días Flores Carrales publicó un video donde, sin decir por cuál partido, insistía en que iba como candidata ciudadana. Pero aclaró: “Sé que necesitamos un vehículo con suficiente fortaleza y motor para llegar a la meta, porque si tenemos un vehículo conducido por los mismos de siempre... o un modelo muy viejo que no tiene compostura, corremos el riesgo de quedarnos tirados a la mitad del camino”.
Después de esta historia es difícil pensar que irá por cualquier otro grupo que no sea Morena. Y que no esté yatodoplanchado.Enmediodeunafuertecampañaantimorenista en el estado, la aspirante busca lo mejo r de los dos mundos: decir a sus simpatizantes de otros colores que para votar por ella no tienen que renunciar a sus partidos ni a sus ideas. ¿Nuevo León para Morena?