Las Islas, al límite
La seguridad del Estado, en todos sus niveles, está muy alarmada con el incremento del flujo migratorio en las costas canarias. Son casi 10,000 los inmigrantes que han llegado a las islas durante este año. El año pasado, apenas superaron el millar.
Los que se encargan de la seguridad consideran que se ha producido un claro cambio de rutas por parte de las mafias a la hora de enviar inmigrantes africanos a la frontera sur de Europa. Pero, pese a ser preocupante el incremento de esta situación, los analistas en terrorismo temen que las tramas yihadistas estén tratando de utilizar estas rutas, servirse de estas mafias, para hacerse fuertes en Europa. Según informan fuentes cercanas tanto a los servicios de información de la Policía y la Guardia Civil como a los de inteligencia, se trabaja sobre una doble hipótesis: que se trate de usar estas rutas para introducir islamistas radicalizados en Europa, o bien que los que llegan en las pateras puedan ser los próximos objetivos para captar.
Porque, como explican estas fuentes, una vez que los inmigrantes de África llegan a las costas canarias y desde allí son trasladados a la península, el control del Estado sobre ellos
Las costas españolas vivieron ayer otra jornada marcada por la llegada de pateras. Más de 200 inmigrantes fueron rescatados después de que al menos cinco embarcaciones fueran localizadas en aguas canarias.
En las operaciones realizadas ayer hubo que trasladar de urgencia a cuatro ocupantes a hospitales de Gran Canaria, según informa Europa Press. Por otra parte, 90 de los rescatados, de origen subsahariano, alcanzaron las proximidades de Tenerife a primera hora de la mañana. queda diluido. Además, los especialistas entienden que los yihadistas tratan siempre de buscar soldados entre poblaciones con pocos medios y, probablemente con un nivel cultural, cuando menos, diferente. Y en este perfil, según estos expertos, aparecen los inmigrantes.
Aclaran estas fuentes que no se trata de que los inmigrantes son terroristas, ni mucho menos, pero sí, de que las tramas pueden utilizar a las mafias para sus objetivos. En cualquier caso, sí alertan de que el incremento de la presión migratoria es un problema de primer nivel en general para el Estado. Y por eso, desde ayer, el Gobierno ha decidido implicar a las Fuerzas Armadas en esta crisis migratoria que se vive en el sur de España. El Ejecutivo ha dispuesto que el Ministerio de Defensa cobre protagonismo en estas actuaciones. Porque, como han advertido ya en reiteradas ocasiones los responsables policiales, la situación está fuera de control.
Así, según explican fuentes relacionadas directamente con la gestión de la situación, el Gobierno ha optado por que el Ejército eche una mano en la gestión al Ministerio del Interior para poder afrontar el actual desbordamiento. Las llegadas de embarcaciones repletas de inmigrantes son continuas. Las rutas de acceso desde África a Europa están variando y Canarias se ha vuelto a convertir, como ya pasó hace lustros, en la vía principal.
Y la atención humanitaria a los inmigrantes está más que superada. Por este motivo, desde el Gobierno, pilotada por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se puso en marcha una comisión interministerial, en la que también participaron especialistas de Fuerzas de Seguridad del Estado para analizar los datos, ver los medios y comprobar cómo podían colaborar las Fuerzas Armadas ante el desbordamiento de la situación, que Interior no controlaba por si solo, según fuentes de este Departamento.
El primer paso, la puesta en marcha de medios logísticos para poder atender a los inmigrantes que llegan de África. Defensa había transferido ya instalaciones militares al Ministerio del Interior para que pudieran llevar a cabo actuaciones complementarias en la atención a los migrantes. Se trataba de poner fin de manera inmediata a las tiendas desplegadas por las ONG en el puerto de Arguineguín.
Investigador, académico y autor de una veintena de ensayos sobre el mundo islámico, Gilles Kepel (París, 1955) resume 40 años dedicados a observar Oriente Próximo en su último libro. Salir del Caos. La crisis en el Mediterráneo y en Oriente Medio se acaba de publicar en España por Alianza Editorial con una introducción que actualiza la obra original que vio la luz en Francia hace dos años. No puede estar más de actualidad, después de la ira expresada en países musulmanes contra la republicación de las caricaturas de Mahoma por parte de la revista Charlie Hebdo y la ola de atentados yihadistas en Francia y Austria de las últimas semanas. Kepel lo pone en perspectiva histórica en esta entrevista telefónica con EL MUNDO. Pregunta.– En su libro sitúa en la década de los 70 el principio del ciclo de caos en Oriente Próximo, una fase que se forja entre el aumento de los precios del petróleo y el crecimiento del islam político. ¿Qué relación hay entre estos dos elementos? Respuesta.– Después de la guerra de 1973, Arabia Saudí y las otras petromonarquías luchaban por la hegemonía en el mundo árabe y musulmán contra Egipto, Siria y otros Estados que fueron el campo de batalla contra Israel y que se alinearon con el socialismo de la Unión Soviética. Así que utilizaron el islam conservador o salafista para tener esta legitimidad y la usaron bien para fomentar esos movimientos islámicos porque pensaron que esos movimientos eran conservadores, podrían ser antioccidentales o antiisraelíes pero lo más importante es que eran anticomunistas, opuestos a la Unión Soviética. Así que hace 50 años hasta hoy tenemos este gran crecimiento pagado por la enorme cantidad de dinero del petróleo que llegó al mundo musulmán. Éste no era como hoy es, en el que todos los líderes musulmanes están atacando a Emmanuel Macron por las caricaturas. Esto era impensable hace 50 años y es una consecuencia de los movimientos que empezaron en los 70. P.–¿Cuáleslaconexiónconnuestros días?
R.– EldíadeantesdequelaURSS colapsara en Afganistán, el 14 de febrero de 1989, Jomeini publicó la fatua contra Salman Rushdie, que lo condenaba a muerte. Algo que es extremadamente importante cuando pensamos en lo que pasa hoy, con las caricaturas de Charlie Hebdo. En una manera, Jomeini secuestró el colapso de laURSS:nadieleprestóatención. Todo el mundo estaba centrado en la fatua. Los chiíes ganaron la guerra mediática. El colapso de la URSS era mucho más importante en términos de geopolítica, pero todo el mundo prestó atención a la fatua.
P.– ¿Considera que estamos hoy viviendo una situación similar? R.– Sí. Esta gran campaña contra Macron en todo el mundo y los atentados del último mes por las caricaturas nos traen de vuelta a 1989 y la fatua contra Salman Rushdie.