Timothy Snyder piensa en la autocracia

El historiador publicó un artículo en el diario Boston Globe que le pondría los pelos de punta incluso a quien tenga atole en las venas. El texto se titula “La mentira electoral de Trump empuja a Estados Unidos hacia la autocracia”

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leía. El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo sorpresivamente declaró que “habrá una transición tranquila hacia un segundo gobierno de Trump”. El ambiente político norteamericano se tensó como una cuerda de violín.

El historiador Timothy Snyder, profesor en la Universidad de Yale, especialista en el totalitarismo y el Holocausto, autor de libros como Sobre la tiranía (Galaxia Gutemberg, 2018) y El camino hacia la no libertad, (Galaxia Gutemberg, 2018) publicó un artículo en el diario Boston Globe que le pondría los pelos de punta incluso a quien tenga atole en las venas. El texto se titula“La mentira electoral deTrump empuja a Estados Unidos hacia la autocracia ”. Gil yRaudelÁ vi la traducen y ofrecen estos subrayados. Aquí vamos.

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Cuando pierdes, es bueno y saludable saber por qué. En la primera guerra mundial, el conflicto que definió nuestro mundo moderno, los alemanes perdieron por la abrumadora fuerza reunida por sus enemigos en el frente occidental. Después de la entrada de Estados Unidos a la guerra, la derrota alemana fue cuestión de tiempo. No obstante, los militares alemanes encontraron conveniente hablar de una “puñalada por la espalda” de parte de los izquierdistas y los judíos. Esta gran mentira fue un problema para la nueva democracia alemana que se creó después de la guerra, pues sugería que un partido político importante, los socialdemócratas y una minoría nacional, los judíos, estaban fuera de la comunidad nacional. La mentira fue retomada por los nazis y se volvió un elemento central de su versión de la historia después de que tomaron el poder. La culpa era de alguien más. Siempre es tentador culpar a otros de las derrotas. Pero que un líder nacional haga eso e imponga esa gran mentira en el sistema pone a la democracia en riesgo.

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Lo que enfrentamos en Estados Unidos es una nueva encarnación americana de una vieja falsedad: que la derrota de Donald Trump no es lo que parece, que le robaron votos los enemigos internos de otro partido. “Donde importaba, se robaron lo que tenían que robar”, tuiteó Trump. Asegura que sus votos fueron legales, como si por definición los de sus oponentes no lo fueran.

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Subestimar a Donald Trump es un error que la gente no debería seguir cometiendo. Reírse de él no hará que se vaya. Si así fuera, habría desaparecido hace décadas. Tampoco lo derrotarán viejas normas sobre cómo deben comportarse los presidentes. Él es un actor y se apega a sus diálogos: todo fue un fraude y ganó “por muchísimo”. Nunca fue derrotado, según su versión, fue “víctima de una conspiración”.

Después de todo, a firmar que una elección fue ilegítima es una exigencia de permanecer en el poder. Un golpe está en ciernes, y el número de participantes no disminuye sino crece. Pocos republicanos prominentes han reconocido que la campaña terminó. Algunos importantes, como Mitch McConnell y Mike Pompeo, parecen estar del lado del golpe. Nos gustaría pensar que es una estrategia para encontrarle una salida al presidente. Pero quizá son ilusiones sin fundamento. La oficina de la transición se rehúsa a iniciar su trabajo. El secretario de Defensa, que no quiso que el ejército atacara civiles, fue despedido. El Departamento de Justicia, excediendo sus funciones tradicional es, autorizó una investigación del conteo de votos. Los talk shows en Fox contra dijeron esta semana las noticias de la semana anterior transmitidas en el mismo canal. Los abogados republicanos encuentran nuevas formulaciones verbales que directao in directamente respaldan los alegatos de Trump. Mientras más se prolongue esto, mayor el peligro para la República”.

“Lo que Trump está diciendo es falso y los políticos republicanos lo saben”

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“Lo que Trump está diciendo es falso y los políticos republicanos lo saben. Si los votos en contra del presidente fueron fraudulentos, entonces las victorias republicanas en la cámara y en el senado también son un fraude: los votos estaban en la misma boleta. No obstante, las teorías de la conspiración como la puñalada en la espalda tienen una fuerza superior a toda lógica. Alejan del mundo de la evidencia y acercan al mundo del miedo. La investigación psicológica sugiere que los ciudadanos son especialmente vulnerables a las teorías de conspiración en temporadas electorales. Trump entiende esto, y por ello su teoría de la conspiración está llena de mayúsculas y desprovista de hechos.

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Sí: los viernes Gil toma copa con amigos verdaderos. Mientras el mesero se acerca con la charola que soporta el Glenfidich 15, Gamés pone a circular esta frase de Snyder por el mantel tan blanco: “La política de lo inevitable es la idea de que no existen ideas”.

Gil s’en va