Milenio

Juan Carlos I

- LUIS MARÍA ANSON

El domingo se cumplirán los 45 años de acceso al Trono de Juan Carlos I. Me sentiría un miserable si en estos meses de tribulació­n para el Rey padre no expresara lo que pienso y lo que siento.

Don Juan Carlos heredó los poderes todos del régimen franquista y a todos ellos renunció para que se pudiera construir en España la democracia pluralista plena que había defendido siempre su padre Don Juan y que partía de la base de devolver al pueblo español la soberanía nacional secuestrad­a en 1939 por el Ejército vencedor de la guerra incivil. Don Juan Carlos no quiso ser un Rey perjuro, y eso le honra. Lo consiguió gracias a la inteligenc­ia de Fernández-Miranda, que realizó una inteligent­e operación de la ley a la ley. Suárez fue solo un peón destacado. Algún día contaré la entrevista hipersecre­ta entre Torcuato y Don Juan, que me reafirma en la idea de que a FernándezM­iranda le correspond­e el mérito y el consejo de lo que entre 1976 y 1978 se hizo.

Los franquista­s prepararon un meditado golpe de Estado el 23-F de 1981. Cuando Juan Carlos I se dio cuenta de que el general Armada le estaba engañando, reaccionó de forma fulminante, pidió su uniforme de Capitán General de los Ejércitos y ordenó a algunos militares sublevados que regresaran a sus cuarteles, salvando así para España la democracia y la libertad.

Ejerció Don Juan Carlos en ocasiones las funciones de arbitraje y recuerdo cuando evitó que la Sala Segunda del Tribunal Supremo se querellara contra el Tribunal Constituci­onal, lo que hubiera desencaden­ado un gran escándalo.

Pronunció el Rey discursos ante el Parlamento británico y ante la Duma de la Unión Soviética, ante el Congreso de los Estados Unidos de América y ante la Asamblea de la China Popular, y su prestigio alcanzó cotas tan altas que en la cena de inauguraci­ón de la agencia Efe en Roma, el presidente Pertini nos dijo: «Si hubiera que resolver un problema internacio­nal a través del arbitraje, estaríamos todos de acuerdo en que el árbitro fuese el Rey Juan Carlos».

Padece ahora las maniobras de un policía corrupto y una aventurera internacio­nal a los que algunos medios de comunicaci­ón audiovisua­les tratan como si fueran excelsos personajes. Cada vez, sin embargo, va quedando más claro que Juan Carlos I ha encarnado uno de los cuatro grandes reinados de la Historia de España junto a los de Carlos I, Felipe II y Carlos III.

Padece ahora las maniobras de un policía corrupto y una aventurera internacio­nal

LUIS MARÍA ANSON, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

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