La tragedia y el anillo
Con 100 mil 823 muertos durante la pandemia en México, de acuerdo con las cuestionadas cifras de la Secretaría de Salud, los funcionarios del gobierno federal muestran —una vez más— el cobre del cinismo, la torpeza y la insensibilidad.
Para la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, “la crisis por el covid-19 vino como anillo al dedo a la Cuarta Transformación, ya que por décadas durante el periodo neoliberal las emergencias se convirtieron en terreno fértil para esa corrupción estructural”. El guiño a López Obrador es evidente, como también su falta de respeto para tantas personas afectadas por la tragedia, en su salud y economía, en la irreparable pérdida de seres queridos. La corrupción del pasado —y del presente— es tan condenable como el servilismo de la comisaria del nuevo régimen, tan ruda con sus adversarios como comprensiva cuando exonera a sus camaradas —o tan amorosa como cuando defiende a su marido, a sus ojos “solidario, generoso y progresista”, como bien lo sabe Sabina Berman.
En el río revuelto de los nuevos tiempos, por otra parte, cuando los pobres continúan siendo blanco de las desgracias, ya sea por el covid-19, por el desabasto de medicamentos para niños con cáncer o las inundaciones en Tabasco, el subsecretario
Hugo López-Gatell sigue los pasos de su protector descalificando a la prensa y recurriendo a comparsas para hacerlo. En su conferencia de este jueves, cuando los 100 mil muertos por covid-19 eran una lamentable realidad, un lacayo camuflado de reportero le preguntó si haría “algún llamado (a los medios) porque se está utilizando la tragedia como botín político, como botín electoral”.
“No”, dijo López-Gatell; celebró la libertad de opinión en el país y lanzó un dardo contra la perspectiva alarmista de “algunos medios” cuyo objetivo —dijo— no es ayudar a la gente sino vender más periódicos o confrontar políticamente al gobierno y a la sociedad. Están empeñados —continuó— en “comunicar algo terrible”. ¿Alguna palabra sobre su gestión, sobre su responsabilidad en la maldición de estos días? Nada. Como diría el clásico: si no es tonto.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
López-Gatell sigue los pasos de su protector señalando a la prensa