¡El anhelo del poder!
S in duda alguna, el mensaje más esperado fue ayer el que realizó el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa.
La llegada a México del general Salvador Cienfuegos reafirma la absoluta confianza que de su inocencia tiene el Ejército mexicano; reafirma la honorabilidad, probidad y dignidad que al general Cienfuegos le caracterizan.
Reafirma la verdadera cara de ciertas voces que aprovecharon esta infamia para seguir denostando al Ejército mexicano en su conjunto.
“El instituto armado jamás ha buscado, ni buscará, protagonismo porque nuestra esencia es servir a la patria. Así pues, es evidente que no anhelamos ningún poder, porque nuestra razón de ser está alejada de pretensiones políticas o de otro tipo”, aseguró el general Sandoval en la ceremonia de los 110 años de la Revolución Mexicana.
“Es evidente que no anhelamos ningún poder, porque el poder supremo de la Federación se divide en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, perfectamente definidos en nuestra Carta Magna.
“Es evidente que no anhelamos ningún poder porque dependemos del Ejecutivo, a cuya autoridad nos subordinamos por ley y por la decisión democrática del pueblo de México pero, sobre todo, por convicción.
“Con esa subordinación al poder civil cumplimos las misiones generales que tenemos asignadas y trabajamos en proyectos prioritarios encaminados al desarrollo de nuestro país, sin que ello signifique perder nuestra naturaleza o razón de ser”.
El mensaje del general secretario tuvo en su contundencia toda la claridad posible, como se demuestra en los párrafos anteriores.
Para el secretario de la Defensa Nacional, el mayor interés que pueden tener quienes integran las fuerzas armadas nunca será personal, siempre ha sido, es y será defender y proteger a los mexicanos y en específico a los más necesitados.
Los militares comprenden y valoran la confianza depositada en ellos, por los mexicanos, por las instituciones y, por supuesto, por el Presidente. La principal fortaleza de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional —en palabras del general Sandoval— es producto del trabajo incansable de todos quienes integran el instituto armado.
Nada detiene el servicio que soldados y marinos prestan a la Nación; nada los desanima.
Para finalizar, el general Sandoval afirmó que “hoy más que nunca, el Estado mexicano puede confiar en la lealtad institucional que durante 107 años han hecho patente las fuerzas armadas y hoy la Guardia Nacional”.
Hacer tendencias negativas y confusas en torno a los militares no tiene ningún sentido, las fuerzas armadas no amenazan con su poder a nadie y mucho menos a gobiernos o personas.
Lo del general Cienfuegos fue una injusticia, como lo seguirá siendo la detracción en contra de los militares.
El poder militar sirve a México.
Tres de Diana
Con todo el reconocimiento posible, desdeesteespaciofelicitacionesatodoel personaldetropa,marinería,oficiales,jefes,capitanes,generalesyalmirantesqueascendieronalgrado inmediatosuperiorenesteprocesodepromoción2020.
Felicidades a los recién ascendidos generales de división José Alfredo González Rodríguez, Carlos Arturo Pancardo Escudero, Arturo Trinidad González, Norberto Cortés Rodríguez, Jaime González Ávalos, Eufemio Alberto Ibarra Flores y Cruz Eduardo Vega Rivera. También felicidades al general de división de la Fuerza Aérea, Óscar René Rubio Sánchez.
Felicidades a los nuevos almirantes José Tomas Jorge Tress Zilly, César Carlos Preciado Velázquez y Julio César Pescina Ávila.
Felicitaciones para los soldados de tierra, mar y aire que fueron condecorados este 20 de noviembre.
Las fuerzas armadas no amenazan con su poder a gobiernos o personas