Resistencia microbiana, problema de salud pública en incremento
Al año mueren alrededor de 700 mil personas a escala global derivado de este fenómeno donde los microorganismos dejan de ser susceptibles a los fármacos y tratamientos
Aunque la resistencia microbiana (RAM) es un fenómeno genético y evolutivo, la autoprescripción y el uso de antibióticos en la industria agroalimentaria pueden acelerar su aparición, por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa la Semana Mundial de concienciación sobre el uso correcto de los antimicrobianos, ya que de no atenderse se estima que para 2050 el número de muertes por esta condición alcance los 10 millones anualmente.
La resistencia a los antimicrobianos, también conocida como farmacorresistencia, se produce cuando en los microorganismos: bacterias, virus, hongos o parásitos, “derivado de cambios estructurales y funcionales, los medicamentos ya no son efectivos para poder combatirlos o poder eliminarlos”, señala el doctor Rafael Valdez Vázquez, director médico de Antiinfecciosos en Pfizer México, y actual líder médico de la Unidad Temporal en el centro Citibanamex que atiende a pacientes con covid-19.
Y continúa: “La resistencia a los antimicrobianos constituye uno de los problemas más serios y con más impacto en la salud pública, y es una amenaza real porque tan sólo en los últimos años se han estimado que anualmente mueren más de 700 mil personas, derivado de una infección por una bacteria resistente o multirresistente”, afirmó el directivo médico.
Explica: En un afán de perpetuarse, todos los seres vivos mutamos y desarrollamos propiedades de sobrevivencia. Este proceso no excluye a los microorganismos, que pueden generar resistencia a los antibióticos y, además, transferir esta nueva condición a sus congéneres. La exposición constante de las bacterias a estos fármacos estimula su resistencia.
Esta exposición se deriva de diferentes formas, por ejemplo, a través de los productos elaborados por la industria agroalimentaria, que utiliza antibióticos para estimular el crecimiento y evitar enfermedades en animales; a la automedicación por parte de las personas o a la prescripción inadecuada de antimicrobianos en los centros de salud por parte del personal médico.
A decir del doctor Valdez Vázquez, las infecciones por bacterias multirresistentes son más difíciles de tratar, requieren el uso de más antibióticos y probablemente de antibióticos que ya no sean tan efectivos o tan seguros o que tienen más efectos adversos y generan costos incrementados de la atención médica por efecto de mayores estancias hospitalarias.
De ahí la necesidad de sensibilizar a la población sobre este fenómeno mundial, para que, tanto el público en general, los trabajadores de la salud y las instancias normativas, adopten y promuevan prácticas óptimas respecto el uso de antibióticos y antimicrobianos. “Es muy importante que bajo este contexto, los médicos y los pacientes puedan entender que, si bien vamos a utilizar un antibiótico, que sea el indicado, por el tiempo correcto y con la dosis adecuada y, por otro lado, solo si es estrictamente necesario”, enfatiza el doctor Valdez Vázquez.