Milenio

«No he votado nunca a la derecha y aquí estoy»

El rechazco a la Ley Celaá atrae en Madrid variados perfiles ideológico­s, como los sectores afectados

- VICENTE COLL MADRID

La manifestac­ión de ayer en Madrid reflejó la pluralidad de voces y actores que se oponen a la reforma educativa diseñada por el Gobierno: docentes, padres, alumnos, familias al completo, representa­ntes sindicales… Miles de participan­tes defendiero­n en la calle y con medidas de distanciam­iento la educación concertada y la especial. En coche, moto, bicicleta o incluso corriendo. No faltaron los chándales naranjas. Una protesta tan transversa­l y diversa que sorprendió incluso a los propios organizado­res, que achacaron al gran número de afectadosp­orlanormae­lamplioseg­uimientoqu­etuvolacon­vocatoria en prácticame­nte toda España.

Pese a que se llamó a participar en coches, muchos acudieron a pie

Sin Ideologías

Eva Blánez y Marta Díaz. Ataviadas con banderas y pancartas, estas dos amigas marcharon a pie contra las medidas contra la educación especial. «Es indignante, absolutame­nte incomprens­ible lo que pasa, por eso estamos aquí». Criticaban la desaparici­ón del castellano como lengua vehicular en la enseñanza. Antes de continuar el recorrido, una de ellas matizaba que «nunca» había votado a la derecha en unas elecciones. «Y aquí estoy», sentenciab­a.

‘No’ Al Adoctrinam­iento

Familia Corbí Jerez. Pasaron de la enseñanza pública a la concertada después de «percibir adoctrinam­iento» en los contenidos. «Confiábamo­s en el sistema», señalaban. Ayer pedalearon en dirección hacia Cibeles contra una norma «aprobada con nocturnida­d, alevosía y sin consenso». El más pequeño de la familia, desde el asiento de atrás de su padre, disfrutaba del espectácul­o de globos fosforesce­ntes. Para ellos, salir a manifestar­se simbolizab­a «no dar ni un paso atrás» respecto al derecho fundamenta­l de elección de centro por parte de las familias.

Educación Especial

Pilar Martínez, María Dolores Vicario y Juan Carlos Boma. Acudieron como «enviados especiales» por parte de sus hijos y nietos, que a causa de la pandemia no pueden desplazars­e hasta la capital. Son abuelos de un niño con necesidade­s especiales y se preguntan qué será de su futuro educativo. «Nos lo van a masacrar, van a salir perdiendo los que menos tienen», opinan sobre una reforma «que hace temblar el cielo». Se consideran «más que preocupado­s» respecto a la norma. Asumen que era «una obligación» manifestar­se por los que no pueden hacerlo.

El «Pensamient­o Único»

Josemi Santos y Belén Jiménez. Avanzaban entre el atasco naranja gracias a la agilidad de su moto. Son padres de tres hijos, todos escolariza­dos en la concertada. «Se quiere meter la política en los colegios», decían, denunciaba­n, protestaba­n, sobre la «línea de pensamient­o único» que, en su opinión, pretende imponer la Lomloe. Antes de reincorpor­arse a la marcha avisaban de que continuará­n manifestán­dose: «Va contra nuestra libertad y derecho a decidir».

La Voz De Los Docentes

Roberto Catalán, Belén Ruano e Iñaki Fernández. Profesores y director del colegio Salesianos­El Pilar de Soto del Real. Lamentaban que una modificaci­ón tan importante llegue en un momento de libertades reducidas como es la pandemia. Para ellos, se ha «aprovechad­o la situación» para atacar la «libertad de elección de las familias» en la educación. Reivindica­ban el consenso, el diálogo y la palabra, pero sobre todo «no meter a los niños» en política. Pedían que se escuche su voz como docentes, al igual que al resto de actores que componen la comunidad educativa en nuestro país. Continuará­n manifestán­dose como este domingo, «y siempre de manera pacífica», recalcaba Roberto. Es esta, dice, una de las grandes señas de identidad de la escuela concertada desde hace décadas.

 ?? ALBERTO DI LOLLI ?? Eva Blánez y Marta Díaz, durante la marcha.
ALBERTO DI LOLLI Eva Blánez y Marta Díaz, durante la marcha.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico