Moscú-Argel-Podemos
En tres semanas ha habido tres noticias importantes: Podemos ha apoyado públicamente al Polisario, éste le ha declarado formalmente la guerra a Marruecos y Marruecos ha dejado que miles de ilegales invadan Canarias. La Transición está patas arriba y la geopolítica nos devuelve al escenario internacional de España a mitad de los años 70. Era la máxima expansión de la URSS y la máxima depresión de los USA, tras abandonar Vietnam, Laos y Camboya, sin heroicos periodistas contra el imperialismo desde la barra del bar de Saigón. Cinco millones de personas murieron sin un solo periodista para contarlo. Celebraban la derrota de su país y no iban a estropearlo contando sus efectos. Tan traidores y satisfechos como ahora.
España dejó caer Guinea en manos del comunista Macías y tenía pendiente la descolonización del Sahara, ambicionado por Marruecos y apetecido por Argelia y su padrino, la URSS, que veía en nuestra casi ex-colonia la salida perfecta al Atlántico Norte, tras hacerse con Angola en el Atlántico Sur. El eje Moscú-Argel-Polisario cercaba Marruecos y hubiera favorecido a España, por debilitar al vecino, de ser la pugna Norte-Sur y no Este-Oeste. España, aliada a los USA, se integraba en Europa Occidental.
Aquí se quería al Polisario por razones distintas: la derecha, por la relación histórica y cultural con el Sáhara; la izquierda, porque el Polisario, con base en Tinduf y capitales en Argel y Moscú, era antiamericano. Tras la revolución de los claveles en Portugal, que a punto estuvo de hacer del país vecino otra Cuba (Moscú se quedó sus ex-colonias africanas), los USA, entre Watergate y Carter, no podían perder el Norte de África. Rabat lo aprovechó, con Franco moribundo, organizando la Marcha Verde, que invadió el Sáhara con miles de soldados disfrazados de civiles y dos banderas: la marroquí y la norteamericana, y forzó la retirada de las tropas españolas, sin un Gobierno capaz de afrontar una guerra con Marruecos. Esa guerra quizás habría alumbrado un Sáhara independiente de Marruecos, aunque dependiente de Argelia. Pero no sabemos si hubiera habido Transición y entrada en el club de las democracias. Ahora, Moscú está otra vez fuerte, los USA, rotos, y nuestra izquierda, en el Gobierno, apoya al Polisario y a Argelia contra Marruecos. Y Rabat, para romper la pinza Madrid-Argel, nos manda ilegales en masa. Esto pinta fatal.
Cinco millones de personas murieron sin un solo periodista para contarlo