Escaramuza en Guerrero

Morenista descalabra a una detractora de Félix Salgado

Las noticias han estallado, una tras otra, en estos días. Pero no son las mismas. Tenemos por eso que distinguir y tener cautela, para evitar juicios injustos. En un polo está Félix Salgado Macedonio, acusado por cinco mujeres de violación, nombrado y respaldado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ser el candidato de Morena para el gobierno de Guerrero. Es un hombre dócil con los criminales y violento con las mujeres, desde mucho antes de que fuera candidato. Hace cinco años fue acusado por una mujer de drogarla, violarla, golpearla, chantajearla, amenazarla. El expediente fue abierto en 2016 por la Unidad de Investigación Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar del distrito de Tabares, Guerrero. La víctima ratificó su denuncia en 2017. Pero la fiscal que llevaba el caso fue asesinada. A finales de 2020, MILENIO publicó que el expediente había sido enterrado. En otro nivel, que no es el de Salgado Macedonio, apareció en estos días el caso de Andrés Roemer, acusado por varias mujeres de acoso, por lo cual abrió en su contra una investigación la Fiscalía para Delitos Sexuales de Ciudad de México. Roemer dejó de ser Embajador de Buena Voluntad de la Unesco, pero conserva su trabajo como conductor de un programa en TV Azteca. Es señalado por abusos sexuales, aunque una mujer lo acusa de violación, algo que niega Roemer. Fuera de México, también en estos días, la prensa dio a conocer que Gérard Depardieu acaba de ser imputado por violación, tras la denuncia presentada en agosto de 2018 por una actriz en Francia. Y Woody Allen, quien ha sido declarado inocente por la justicia de su país, fue vuelto a exhibir por una serie de HBO titulada Allen vs Farrow, en la que Dylan Farrow, hija adoptiva de Allen y Farrow, repitió la acusación de que el director abusó sexualmente de ella cuando tenía siete años de edad. Allen repitió lo que ha sostenido: que Mia Farrow inventó la idea del abuso en su contra, y la plantó en la mente de Dylan, tras descubrir que él mantenía una relación con otra de sus hijas adoptivas, quien es actualmente su esposa, Soon-Yi Previn. La relación de Allen con Previn y la denuncia de Farrow ocurrieron en efecto al mismo tiempo: en 1992. Me interesa el caso de Amos Oz, acusado esta semana por su hija Galia Oz, escritora, en el libro de memorias Algo disfrazado como amor. “Durante mi niñez, mi padre me pegó, me insultó y me humilló”, dijo. “Se diría que me trataba como basura, pero sin perder nunca la calma. Mi delito era ser yo misma, por eso el castigo nunca tenía fin”. Daniel Oz, músico y poeta, el hijo menor, dijo al respecto: “Mi padre no era un ángel, solo un ser humano, el mejor ser humano que he conocido”, y agrega: “Hay una pizca de verdad en los recuerdos de Galia”. Y Fania Oz-Salzberger, historiadora y profesora, la hija mayor, afirmó esto: “Las acusaciones de Galia, cuyo dolor parece real, no corresponden con la memoria, totalmente diferente, que guardamos de él”. El propio Amos Oz tuvo una relación difícil con sus padres, como lo narra en su gran libro, Una historia de amor y oscuridad. Falleció en diciembre de 2018. No estaba vivo para defenderse, por lo que la defensa la tuvieron que hacer sus hijos.

Es dócil con los criminales y violento con las mujeres, desde antes de que fuera candidato