El mundo cambia, las calles también
Todas las ciudades se transforman con el tiempo, pero la pandemia por el SARS-CoV-2 trajo un cambio veloz en la mayor parte del mundo. La conversación sobre la movilidad cambió y pasó a ser un tema relevante en la esfera pública. Las ciclovías emergentes, la caminata y la bici como formas de transporte y a la vez de mantener la salud y evitar enfermedades se volvieron importantes. Con ese auge de construcción de ciclovías y áreas peatonales también se incrementaron las resistencias, cobraron fuerza los prejuicios y los temores ante las nuevas intervenciones en el espacio público. Para derribar esos mitos, para refutar prejuicios y para narrar ese cambio fundamental en la vida pública, Greenpeace México, la asociación civil Bicitekas y la Coalición Cero Emisiones, presentaron esta semana el documento El mundo está cambiando, nuestras calles también, en donde explican cómo se están transformando las ciudades de manera acelerada en pro de una movilidad saludable e incluyente, que pone por delante a los peatones y a las bicicletas. Areli Carreón, alcaldesa de la bicicleta en Ciudad de México y autora del documento, lo presentó junto con Carlos Samayoa, de Greenpeace, en un foro en donde además se revisaron ejemplos de cambios urbanos relevantes que se han llevado a cabo en Guadalajara, Azcapotzalco y Mérida. ¿Por qué las transformaciones? Porque “la calle se ha hecho cada vez más hostil para las personas, particularmente para niñas y niños que ya no pueden caminar libremente por las calles, mucho menos jugar. Hemos llegado al punto donde Ciudad de México cada año registra más autos vendidos que nacimientos”, dice Areli Carreón. El cambio de las calles, del espacio público y las novedosas formas de usarlo responden a la epidemia, sí, pero también, agrega Carreón, para hacer más resilientes a las ciudades y sus habitantes “ante posibles nuevas pandemias, desequilibrio ecológico o social producido por el cambio climático”. Durante la presentación participaron funcionarios de movilidad de distintas partes del país. Janet de Luna, directora general de Desarrollo Urbano de Azcapotzalco, donde se construyeron 20 kilómetros de ciclovías en los últimos dos años aparte de otras intervenciones en el espacio público en favor de los peatones, explicó su manera de ver los cambios: “Lo importante no es tener la razón, lo importante son los pequeños avances que sirvan como ejemplo de la transformación de nuestra ciudad, es ir poco a poco logrando pequeños avances que sirvan como efecto demostrativo, lo importante es hacer avanzar la agenda”. Aref Karam, director del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano de Yucatán, expuso cómo se realiza la construcción de 77 kilómetros de ciclovías en Mérida en unos cuantos meses. “Estamos trabajando en la zona más emblemática, el Paseo Montejo, pero también en la periferia. Se trata de construir circuitos intraurbanos y explicarle a la sociedad lo que nos corresponde como autoridades”. Dos muestras de un cambio bienvenido y que se ve irreversible.