Energía, la chispa que estalló los planes de López Obrador
Las políticas del Presidente de México socavan la eficiencia y rentabilidad de Pemex y de la CFE, agotando los escasos recursos fiscales del país
Andrés Manuel López Obrador, el controvertido presidente de México, se embarcó en un programa de cambio que llama la “cuarta transformación”. La base de esta revisión histórica son una costosa serie de inversiones de infraestructura e iniciativas de bienestar social. Hasta el momento, estas se han pagado por un cambio en el gasto público y el alza en la recaudación de impuestos. Sin embargo, sostener estos programas va a requerir más fuentes de ingresos, y como prometió no aumentar impuestos ni endeudarse más, solo hay una opción: las dos empresas de energía del Estado. Aquí es su proyecto se desmorona.
López Obrador sueña con los tiempos en que Pemex, la petrolera nacional, era la vaca lechera. Sin embargo, esos días ya pasaron, y sus políticas casi garantizan que así seguirá. La mezcla de políticas de energía nacionalistas socavan la eficiencia y rentabilidad de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), agotando los pocos recursos fiscales. Estas políticas minan la capacidad de CFE de suministrar la electricidad barata y limpia que México necesita para crecer. Sin los ingresos fiscales adicionales que llegan con un mayor crecimiento, su visión de transformar México fracasará.
Pemex está perdiendo miles de millones de dólares, no cumple con sus objetivos de producción y sus reservas siguen bajando. Los bonos de la empresa perdieron su grado de inversión, algo que hace que sus grandes deudas sean más caras para financiar. Reducir la inversión privada en el sector e invertir miles de millones de dólares en una refinería innecesaria, perjudicaron más a la empresa.
Luego, bajo un nuevo plan avalado por López Obrador, CFE pondrá fin al sistema de subastas de electricidad que daba a los usuarios acceso a energía renovable barata. En su lugar, será reemplazada por su propia generación de energía, que es más cara, y López Obrador se comprometió a no subir los precios de la electricidad en los hogares. Se necesitarán subsidios para compensar la diferencia, drenando aún más los fondospúblicos o aumentar las tarifas industriales. Con cualquier opción, México sed aun tiro en el pie.
¿Cómo generará México la energía que necesita? El futuro de México y de la “cuarta transformación” se ven sombríos.
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