“Nos propusimos ser los mejores”
El entrenador de campeones mundiales, como Canelo Álvarez y Óscar Valdez, valora los triunfos y los sacrificios hechos
Saúl Álvarez lo tiene muy claro: en su esquina está el mejor entrenador mexicano de la historia del boxeo. Sí, así definió el boxeador tapatío a Eddy Reynoso, quien ha estado en su esquina durante toda su trayectoria deportiva.
“Como lo dije, y marquen mis palabras, Eddy será el mejor entrenador de la historia”, dijo el Canelo tan pronto como bajó del ring en su última pelea –el triunfo en cuatro rounds ante el turco Avni Yildirim en Florida– y hasta ahora siguen sumando adeptos a un legado que, aseguran, apenas va en una segunda etapa y que planean expandir en los siete años que se ve el tapatío arriba del ring.
Y Eddy Reynoso se toma este tipo de halagos con calma. Pese a que tiene bajo su tutela a los boxeadores mexicanos más destacados del momento, él afirma que aún le falta camino para poder considerarse una leyenda; sí, disfruta los triunfos, pero sabe que no deben relajarse para mantener este nivel.
“Me siento muy orgulloso de todo lo que está pasando, los triunfos que hemos tenido, de ir haciendo poco a poco un camino en el boxeo. Empezamos desde de abajo, no todos los Freddie Roach, los Eddie Futch, los Cuyo Hernández y Beristáin nacieron siendo leyendas; creo que poco a poco me estoy ganando un respeto. Voy a seguir trabajando, pues siento que aún no he ganado nada, pero algún día haremos historia”, declaró en entrevista con La Afición el entrenador dos veces reconocido –de manera consecutiva (2019 y 2020)– como el mejor entrenador por la Asociación de Escritores de Boxeo de América, la de mayor prestigio.
El actual entrenador de figuras como Canelo Álvarez, Óscar Valdez, Ryan García, Andy Ruiz y Frank Sánchez tiene una carrera más de 20 años que lo respaldan entre los que desfiló la leyenda tapatía Óscar Chololo Larios y al menos otros siete monarcas mundiales más.
Ha comenzado muy bien este 2021, con dos triunfos seguidos de sus boxeadores.
Me da gusto que nos ha ido bien. Las buenas rachas son algo que se nos vienen gracias al buen trabajo que se realiza desde el gimnasio, y planeamos seguir haciendo lo nuestro. La victoria de Óscar (Valdez ante Miguel Berchelt) me dejó muy contento y orgulloso. Lo disfruto y lo disfrutaré toda mi vida, pues fue muy especial y planeo seguir sumando momentos.
Muchos hablan de que lo más complicado es generar una buena estrategia cuando del otro lado del ring está un boxeador como el Canelo…
Es lo más importante en el boxeo. Es llegar con un Plan A, B o C, hasta un D. Hay veces que no funciona el primero y vas con el otro o desde un principio funciona. Hay que estarnos preparando como entrenadores, para seguir aprendiendo, leyendo peleas. Amo mi trabajo, pues es lo que nos ha sacado adelante a mí y a mi familia y lo hago con mucho gusto. Por eso cuando se vienen este tipo de éxitos me siento bastante bien.
Tú te caracterizas por ser un entrenador que busca récords de manera constante. En el pasado, un boxeador solo aspiraba a ser campeón mundial, tal vez de una sola división, pero ahora todo es diferente, con Saúl han sido monarcas en cuatro categorías.
Una de las claves para mantener a un peleador de la magnitud y el nivel de Saúl (Álvarez) ganador, manteniéndolo en el gimnasio… es ponerle metas a corto, mediano y largo plazo. Imagina si a los 14 años le hubiéramos dicho ‘van a pasar 15 años para que seas estrella’, seguro hubiera pensado en el retiro. Pero hemos ido paso a paso y le hemos puesto las metas, cumpliéndolas paso a paso. Queremos ser tricampeones, cuatro veces campeones, peleador del año, entrenador del año. Hemos ido poco a poco, ahora con lo de ser campeón indiscutido es algo que lo está motivando y quiere romper ese récord. Quiere ser el mejor peleador del boxeo mexicano.
Pero estar en esta posición no es sencillo, pues con tus peleadores y sus compromisos te tienen al pie del cañón todo el tiempo, ¿qué sacrificios has hecho en lo personal?
Hay que trabajar mientras se pueda y disfrutar el momento, esto era lo que queríamos, llegar a estos niveles y ahora lo tengo que disfrutar… sin Yolanda, como dicen por ahí… Obviamente para estar aquí se necesitan sacrificios y estar alejado de mi familia es uno de ellos, pues entre las concentraciones de mis peleadores y los compromisos, pues los viajes son constantes o mi estancia en San Diego, que es donde tengo mi campo de entrenamiento. Es complicado escuchar a tus hijas diciendo que te extrañan y saber que al menos de aquí hasta mediados de septiembre pueda tomarme una fecha para descansar. Pero como te decía, desde jóvenes nos pusimos el reto de llegar a ser los mejores y ahora tenemos que trabajar para lograrlo. Sin llorar.