Los más traducidos de lengua española
L a era de las métricas y de la dictadura del clic también engendra sus monstruos, esos que mucho entienden de números, pero poco o nada en torno a la subjetividad que subyace en terrenos como el literario. Elementos a medir sobran en ese campo, por supuesto, y uno en particular ha llamado la atención con las cifras que Europa Press publicó con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna en febrero pasado.
Con base en el Índice Translatonium de la Unesco, se sabe que, en sentido distinto a lo que pudiera deducir cualquier lector promedio, el escritor en español más traducido al cierre de 2019 no es Miguel de Cervantes Saavedra, con su Quijote llevado a la fecha a 140 lenguas y variedades lingüísticas, sino el colombiano Gabriel García Márquez, seguido por la chilena Isabel Allende y el peruano Mario Vargas Llosa. El quinto sitio es para el argentino Jorge Luis Borges.
Antes que satanizar las cifras duras por anteponer filias y fobias literarias, se habla de que también engendran “monstruos” cuando se atiende esta clasificación, cuyo valor rebasa el ámbito estricto de la estadística para convertirse en un referente cuando de industria se habla, siendo la editorial primordial para que existan autores y lectores. Sin embargo, en el terreno adyacente hay otra evaluación sobre los escritores que pasa por la calidad literaria, la estética, la forma, la originalidad, la profundidad de la trama, la complejidad de los personajes, las altas y bajas de la prosa o la musicalidad de un verso, si bien la poesía acude por naturaleza a la matemática que hay en un soneto, con sus cuartetos y tercetos, sean endecasílabos o alejandrinos.
El novelista solo rinde cuentas al español Cervantes, dice el checofrancés Milan Kundera al estadunidense Philip Roth, y por eso el autor del Quijote se erige como el padre de nuestra lengua, como pasa a Goethe con el alemán, Dante con el italiano y Shakespeare con el inglés. El monstruo de las métricas, empero, ha sembrado no solo antes de él, sino también de Borges, a Allende. Otro día hablamos de ventas.
El monstruo de las métricas ha sembrado a Isabel Allende antes de Cervantes y Borges