Fiscalía de Guanajuato
Operaba huachicoleo desde la propia planta de Pemex
El almacenamiento y distribución de Pemex estuvieron bajo control de huachicoleros que lograban cargar combustible de manera ilegal dentro de las terminales de abastecimiento y distribución en los municipios de Salamanca y San José Iturbide, para luego comercializarlo en el mercado negro hasta el punto que la paraestatal maquilló un accidente ocurrido en 2017.
Durante su comparecencia ante diputados del Congreso de Guanajuato, el fiscal del estado, Carlos Zamarripa, dio a conocer cómo el crimen organizado no solo extraía hidrocarburos dentro de la refinería de Salamanca en pipas robadas, sino que hasta se daban el lujo de operar completamente una terminal en San José Iturbide.
El primer hecho al que hizo referencia Zamarripa fue el ocurrido el 15 de marzo de 2017 cuando Pemex informó de un accidente en la terminal de la refinería de Salamanca: “No hay personas fallecidas, ni daños materiales severos”, posteó la paraestatal en su cuenta de Twitter. Posteriormente la empresa del estado hizo referencia a que tres trabajadores de Pemex y cinco externos resultaron lesionados; finalmente se dio a conocer el fallecimiento de una mujer.
Sin embargo, tres años después de los hechos se dio a conocer que en realidad lo que sucedió es que dentro de sus instalaciones se encontraban personas ajenas a la empresa con una pipa con reporte de robo sustrayendo combustible.
Este hecho da indicios de una posible colusión entre la empresa durante el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto y las bandas de huachicoleros que operaban en la entidad, en ese entonces el grupo que dominaba esta actividad era el Cártel Santa Rosa de Lima, dirigido por José Antonio “N”, alias El Marro, hoy preso en el penal del Altiplano.