Credit Suisse ignoró las alertas en caso Greensill
La firma británica en quiebra dijo a una corte de Reino Unido esta semana que no hay “manera imaginable” de pagar el préstamo de 160 mil mdd; tras un abono, la deuda es de 140 mil millones
Altos ejecutivos de Credit Suisse ignoraron la decisión de los gerentes de riesgo para aprobar un préstamo de 160 millones de dólares a Greensill Capital, que el grupo financiero en quiebra ahora no tiene “una manera imaginable” de pagar, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
Varias personas con conocimiento sobre el préstamo dijeron que en un inicio fue rechazado por los gerentes de riesgos del banco de inversión con sede en Londres.
Los altos ejecutivos de Credit Suisse, que habían establecido una relación lucrativa de varios niveles con la firma financiera y su fundador australiano, Lex Greensill, desestimaron esta decisión. Al final, Lara Warner, directora de riesgo y cumplimiento del banco, firmó el préstamo en octubre, agregaron las personas.
Se suponía que el financiamiento debía ser un préstamo puente hasta que la empresa completara una ronda de recaudación de fondos privada. Pero esta semana, cuando Greensill solicitó entrar en administración, le dijo a un tribunal de Reino Unido que “no había forma imaginable” de pagar la deuda, que ahora asciende a 140 mdd después de que se pagó una parte.
Credit Suisse ahora lucha para medir la magnitud de su exposición a Greensill, mientras establece quiénes son los responsables. Los ejecutivos también tratan de hacer frente a la exposición del banco al imperio en problemas GFG Alliance, del endeudado magnate del acero Sanjeev Gupta.
Una parte significativa de los fondos de Credit Suisse consistía en préstamos de Greensill a GFG, que ahora comenzó a caer en impagos. La exposición es al menos de entre mil a 2 mil millones de dólares, de acuerdo con personas cercanas a las negociaciones.
Las revelaciones agregan otro giro al enredo de Credit Suisse con Greensill, cuyo ex fundador multimillonario es un cliente importante de su banca privada, junto
con las relaciones de su compañía con su banca de inversión y divisiones de gestión de activos.
El banco con sede en Zurich enfrenta cuestionamientos de reguladores en Australia, Reino Unido, la Unión Europea, Suiza, Luxemburgo y Liechtenstein sobre sus procedimientos de gestión de riesgos y conflictos de intereses en todo el grupo, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
El director ejecutivo Thomas Gottstein les dijo a sus colegas que nunca se reunió con Greensill en persona y que solo realizó una llamada telefónica con él, según con personas con conocimiento de las discusiones. El consejo de administración recibe información de manera periódica sobre la revisión interna del asunto, que se centra en las funciones de gestión de activos, auditoría, crédito y riesgo.
El miércoles pasado, Credit Suisse suspendió a tres empleados. Una persona familiarizada con la investigación señaló que eventualmente obligará a dejar sus cargos a más personal involucrado —una vez que hayan ayudado a los clientes a recuperar su dinero— y que a otros responsables quizá se les “reduzca drásticamente” su compensación.
El banco también contrató asesores externos de bufetes de abogados y consultorías de administración suizos para prepararse para las preguntas de reguladores y clientes.
El colapso de Greensill se desató por la decisión de Credit Suisse la semana pasada de suspender 10 mil millones de dólares de fondos de financiamiento de la cadena de suministro, que ofrecían exposición a préstamos otorgados por Greensill y que el banco comercializaba entre sus clientes de
gestión de activos. Esa decisión se tomó después del vencimiento de una póliza de seguro clave.
“Hay algunos señalamientos”, dijo una persona con información de las investigaciones internas sobre las circunstancias que rodearon el préstamo puente. “Todos los equipos de riesgo le dicen a la investigación que ellos dijeron que no, pero se subió de nivel y se rechazó su decisión”.
Otra persona agregó que el préstamo fue“muy polémico” y que se “impuso desde arriba” por los “altos mandos”, en su opinión sin suficiente discusión interna.
El dinero que se prestó a Greensill en octubre pasado fue adicional a un préstamo preexistente que el banco le otorgó a la empresa desde su oficina asiática, dijeron varias personas. En parte debido a la controversia interna sobre el tamaño de la exposición, cerca de la mitad se reservó a través de la unidad asiática de Credit Suisse y los 70 mdd restantes en Reino Unido.
Un portavoz de la familia Green sill dijo que el hecho de que el préstamo se registró a través dedos oficina sera“categóricamente falso ”.
Credit Su is se indicó :“El préstamo está garantizado contra efectivo y cuentas por cobrar ”. Una persona informada sobre el proceso dijo que la cuenta bancaria de Greensill que se utilizó como parte de la garantía del préstamo había sido congelada y Credit Suisse esperaba recibir efectivo de la cuenta la próxima semana.
El año pasado, el prestamista inició una revisión de los fondos financieros de la cadena de suministro después de que Financial
Times reveló que SoftBank invirtió más 500 mdd en los fondos, que luego hizo grandes apuestas sobre la deuda de startups en dificultades respaldadas por el fondo Vision Fund del conglomerado japonés de tecnología.
Luego, en septiembre, el director de Credit Suisse también inició una evaluación más amplia de la estrategia general de gestión de activos del banco y ya cerró algunos fondos y despidió personal.
Sin embargo, los fondos de financiamiento de la cadena de suministro vinculados a Greensill sobrevivieron al sacrificio. En diciembre, el director de gestión de activos, Eric Varvel, destacó en público el éxito de los fondos a los inversionistas, al elogiarlos como ofertas de renta fija “innovadoras” y de “mayor margen” en las que quería hacer más.
Mientras Eric Varvel permanece en su cargo, se puso en licencia a varios de sus subordinados, entre ellos Michel Degen, director de gestión de activos en Suiza y EMEA; Luc Mathys, responsable de renta fija de la región, y Lukas Haas, gerente de cartera de los fondos. Con información de: Robert Smith, Arash Massoudi y Owen Walker