Cambio de guardia
Hay una imagen que circula que me puso la piel de gallina tras la eliminación del Barcelona de Messi y la Juventus de Cristiano en octavos de final de la Champions League. En ella, ambas leyendas entregan sus respectivas coronas a Kylian Mbappé, que se encuentra en el PSG, y a Erling Haaland, del Borussia Dortmund.
Hay que ser honestos, la estadística está de impacto. Es la primera vez desde 2005 que no veremos ni al argentino de 33 años, ni al portugués de 36 en los cuartos de final de la Champions. En cambio, en el último año el joven francés de 22 años y el noruego de 20 no han ofrecido más que solo notas positivas.
La sed de grandeza de Haaland y su protagonismo es supremo. Es el jugador que en menos partidos alcanzó la marca de 20 goles, lo hizo en 14. Es el más joven en marcar en seis duelos consecutivos y nadie ha anotado más que él en la máxima competición desde su debut en 2019. Desde entonces le tomó solo siete juegos sumar sus primeros 10 goles y es el primer adolescente en llegar a una decena en una sola temporada. A esto hay que sumarle sus marcas en la Bundesliga, donde hizo el hat-trick más rápido para un jugador en su debut en tan solo 19 minutos y 48 segundos, aunado a anotar 25 goles en sus primeros 25 partidos, otro récord.
Por otro lado, tras el tambaleante andar de Neymar, es Mbappé quien en los últimos años ha sido llamado a ser el verdadero heredero. A las buenas actuaciones de Erling, Kylian respondió con e PSG convirtiéndose en el más joven en llegar a 25 goles en la historia de la Champions, lo hizo en la cara de Messi, quien tenía dicho récord. Lo agradeció en sus redes colgando una fotografía junto a la leyenda.
Llegó el cambio de guardia. Son por ahora pura magia. A la afición ya le emociona verlos enfrentarse porque cuando más ha importado su presencia fueron el factor clave en sus equipos.
En cambio, Messi solo ha ganado una Orejona en la última década, mientras que a la Juventus se le acaba la paciencia con Cristiano, quien fue comprado por 117 millones con el solo objetivo de ganar este torneo y por tercera vez han fracasado. En lo que no hay duda es que tomará tiempo que una rivalidad como la suya se repita.
Mientras, disfrutemos que no es uno u otro, deleitémonos con esta transición donde tenemos a los cuatro. Aunado a esto, existe la posibilidad que hayamos visto el último partido de Messi en Champions con la camiseta del Barcelona. Si fue así, se despidió con una joya de gol, su número 120, aunque su buena actuación a pesar de fallar un penal no fue suficiente en esta ocasión.
Ambas leyendas entregan sus respectivas coronas a Kylian Mbappé y Erling Haaland