Escasez global de microchips extiende crisis productiva de automotrices
Las armadoras representan 10% del mercado, por lo que no son prioridad para los fabricantes; a junio se dejarán de ensamblar un millón de autos
El mundo sufre por la ausencia de chips y está atravesando una escasez sin precedente. La pandemia elevó la demanda de equipos de cómputo y teléfonos móviles, por lo que el abasto de semiconductores para la fabricación de aparatos electrónicos y automóviles se hizo cada vez más marcada, al grado de detener la producción de armadoras de autos de prácticamente todas las marcas casi a escala global, incluido México.
Según la consultora IHS Markit, durante el primer semestre de 2021 se dejarán de producir más de un millón de automóviles a escala global. General Motors fue una de las automotrices más afectadas, en México tuvo que cerrar su planta de San Luis Potosí, que produce la SUV Equinox y el vehículo compacto Onix. En el resto del mundo se afectaron las armadoras ubicadas en Fairfax, Kansas y CAMI, en Estados Unidos, e Ingersoll, de Ontario, Canadá.
La industria automotriz no es una prioridad para los fabricantes de semiconductores, pues ésta gasta alrededor de 40 mil millones al año en chips, solo una décima parte del mercado global.
El pasado 17 de marzo el presidente de la Asociación de la Industria de Semiconductores de China (CSIA), Zhou Zixue, dijo que “el mundo está atravesando una escasez de chips sin precedente”. El año pasado el encierro por la pandemia y el parón de las manufactureras de chips también representó un problema para las tarjetas gráficas que usan los videojugadores, quienes vieincluso un alza de precios en estos productos. Apple también tuvo que escalonar el lanzamiento de su iPhone, y las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda.
Los semiconductores —formados por miles de millones de diminutos interruptores hechos de silicio, el principal compuesto mineral de la arena de playa y el segundo elemento más abundante de la Tierra, después del oxígeno— son un elemento crucial de los dispositivos electrónicos y su demanda ha hecho que esta industria crezca sin parar desde hace más de 10 años.
El rey de este mercado es la estadunidense Intel, que acapara 15.6 por ciento de participación, seguido por las coreanas Samsung (12.5 por ciento) y SK hynix, según un estudio de la consultora Gartner de enero de 2021.
Aunque también hay estudios que incluyen en este top 3 a la empresa taiwanesa, TSMC, que este 2021 aumentará su inversión por 25 mil millones de dólares (mdd).
En 2020, tras una importante disminución de 12 por ciento en 2019 en la industria de semiconductores, hubo una recuperación de 7.3 por ciento al alcanzar un total de 449.8 mil mdd, según Gartner.
Será hasta el segundo semestre cuando se regularice el abasto para la industria
La crisis automotriz
A inicios de año las armadoras de autos se vieron alcanzadas por este problema, pues generalmente un auto necesita más de 100 microprocesadores, sobre todo en sus unidades de control electrónico, los sistemas GPS automotrices y los sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Carlos Zegarra, socio líder de Management Consulting de PwC México, estimó que será hasta el segundo semestre del año cuando se regularice el abasto de chips para la industria automotriz, ya que se duplicó el tiempo de espera en la proveeduría.
Fabricantes como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y United Microelectronics Corporation (UMC) dieron prioridad en los pedidos de las empresas de tecnología sobre la industria automotriz, la cual tiene una alta dependencia del mercado asiático para la provisión de estos insumos.
De hecho, cada vez que ocurre un evento específico que afecta al mercado asiático la producción global de semiconductores se ve afectada, por ello la agilidad en la cadena de suministro se vuelve una prioridad para muchos sectores que lo que se están haciendo es construir y definir hubs de manufactura alrededor del mundo, expuso Zegarra.
En entrevista con MILENIO, el especialista dijo que de una globalización se está pasando a una regionalización de las cadenas de suministro y en el tema de semiconductores se estima que habrá un desarrollo en el mediano plazo para poder limitar la dependencia de un mercado en particular.
Desarrollar una cadena de proron
veeduría de semiconductores y tener capacidades totalmente instaladas, explicó Zegarra, llevará al menos dos o tres años; y Estados Unidos es la primera alternativa para establecer estos hubs de manufactura.
Santiago Cardona, director general de Intel México, explicó que el proceso de creación de un microchip es muy complejo y puede tardar hasta 26 semanas desde que se inicia la producción hasta que sale en la fábrica. Este es otro de los factores que se suma a la escasez en la industria automotriz.
Rumbo a la regionalización
En medio del desabasto, la organización estadunidense Trabajadores del Auto Unidos (UAW, por su sigla en inglés) reclamó en un comunicado que durante los últimos 30 años la producción de semiconductores se ha localizado en Corea del Sur, Taiwány, más recientemente, China; E U solo controlala fabricación de aproximadamente 14 por ciento del total.
El gobierno de Estados Unidos firmó una orden destinada a abordar la escasez global en la que revisarán en 100 días las cadenas de suministro para cuatro productos críticos: chips semiconductores, baterías de gran capacidad para vehículos eléctricos, minerales de tierras raras y productos farmacéuticos.
En Norteamérica la industria de manufactura de EU, que es intensiva en tecnología, tiene mayores posibilidades de atraer la producción de semiconductores que es un proceso muy digitalizado, automatizado y con un requerimiento de mano de obra menor, comparado con México que es intensivo en mano de obra, apuntó el especialista de PwC.
Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), indicó que atraer una planta de semiconductores implica un alto nivel de automatización, inversiones en equipo, capital de trabajo, por ello es mucho más fácil que llegue a EU.
Por su parte, uno de los competidores más fuertes en la fabricación de semiconductores, TSMC, está construyendo en Taiwán una planta gigantesca de alrededor de 20 mil millones de dólares. El próximo año estará funcionando para mostrar que sus obleas (wafers) solo miden tres nanómetros.