Milenio

El arte de relajarse y descansar

Antídoto para el estrés. Dedicar momentos durante el día al descanso consciente, es necesario para restaurar el cuerpo y la mente, así como para recuperar fuerzas

- MARIÉN ESTRADA (Con informació­n de cuerpoment­e.com y yogaia.es)

Considerad­a la reina de las posturas restaurati­vas, Supta Baddha Konasana, también conocida como la asana de la Diosa reclinada, es una posición ideal para “recuperar fuerzas” en momentos de crisis.

Después de más de un año de cuarentena, donde miles han contraído el temido covid-19, —unos con más suerte que otros— el estrés de la mayoría de la población a nivel mundial alcanza hoy niveles alarmantes provocando cuadros generaliza­dos de depresión y ansiedad. De ahí la importanci­a del descanso y la relajación consciente­s.

Supta Baddha Konasana resulta un poderoso antídoto al estrés, que como todas las posturas restaurati­vas, disminuye la actividad del sistema nervioso simpático —es decir, el estado de alerta que se enciende cuando enfrentamo­s situacione­s amenazante­s— y estimula el sistema nervioso parasimpát­ico, que refuerza la digestión, relaja la musculatur­a, baja el ritmo cardíaco y promueve un sueño y descanso sanos.

Y aunque esta variante de la postura del Zapatero o Ángulo Atado es una extensión de columna que hidrata los discos in ter vertebrale­s, es tira la musculatur­a intercosta­ly otros músculos respirator­ios, y pro mueve la apertura de caderas, delo que se trata en realidades de soltar las expectativ­asy encontrar el contentami­ento o santos ha—uno de los ni y amaso conductas que purifican la relación que tenemos con nosotros mismos—, que el sabio Patanjali define como un “estado interior donde existe una mente alegre y satisfecha, independie­nte mente de su entorno ”.

Armando la postura con ayudas

Para armar esta asana, coloca dos mantas dobladas y descansa la espalda sobre ellas con las piernas estiradas. Apoya las cervicales sobre otra manta. Abre las rodillas y junta las plantas de los pies acercando los talones al periné. El borde externo de ambos pies deberá apoyarse sobre el suelo. Descansa también las rodillas en cojines o mantas enrolladas de manera que puedas mantenerte en la posición sin esfuerzo y de manera cómoda.

“Con el pecho y el cuello abiertos, y el vientre relajado, respira de forma generosa. Observa cómo emerge el disfrute del descanso. Sosteniend­o el cuerpo de cada lado y ángulo, esta posición crea las condicione­s para que la relajación pueda suceder ”. Se recomienda mantener la postura entre 5 y 20 minutos.

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