Dos años del Tata
El nombre de Gerardo Martino ilusionó a la afición mexicana cuando se dio a conocer que sería el entrenador de la selección. La trayectoria del argentino no era la de cualquiera, ya había dirigido a selecciones como Paraguay, Argentina, así como al Barcelona; más allá de los resultados, son equipos de jerarquía a nivel mundial, y eso impresionó en México.
Lo que le siguió después agradó aún más. Un entrenador que puso orden a indiferencias de algunos jugadores o clubes hacia el Tricolor, como el caso de Jesús Manuel Corona, que al final regresó. O el hecho de dejar fuera de convocatorias al máximo goleador en la historia de la Selección Mexicana, Javier Hernández, quien no atraviesa un buen momento en su carrera. Ése es el mayor argumento a la ausencia del Chicharito, aunque los rumores de indisciplina no se han quedado al margen.
El Tata inició su era con el pie derecho, con autoridad. Aunado a ello, los resultados se le han dado. El primer compromiso que dirigió fue un amistoso en San Diego, California, en el que derrotaron 3-1 a la selección de Chile. Desde entonces, el Tricolor ha disputado 22 encuentros, con un saldo de 19 triunfos, dos empates y solo ha sufrido una derrota, en un duelo de preparación ante Argentina.
En el 2019, el cuadro nacional consiguió su pase al Final Four de la Liga de Naciones de la Concacaf, la cual no pudo jugarse debido a la pandemia por covid-19, al igual que el inicio de las eliminatorias mundialistas, que sufrieron una modificación en su formato. Ambos compromisos se disputarán en este 2021, además de la Copa Oro. Así que en cuanto a calendario será un año fuerte para el conjunto nacional.
Y en lo referente al futbol, ha convencido. Si bien ha tenido momentos de fragosidad, en términos generales agradaron sus actuaciones. El 4-3-3 muy bien definido del entrenador (aunque el año pasado ante Argelia jugó con un 3-4-3), es un esquema en el que se nota a los jugadores muy cómodos en cuanto al desempeño de funciones y movilidad dentro del terreno de juego. Un punto más a favor del timonel, que resarció un tema que tanto incomodó por los cambios constantes que hacía su antecesor, Juan Calor Osorio. Aún falta camino, pero por ahora, el Tata Martino ha dejado satisfechos a la mayoría.