Afectuosamente, la crítica

Los gays no debemos olvidarla, sea a favor o en contra nuestra; obra y persona son inseparables

Me pidieron un texto para leer en recuerdo al dramaturgo José Dimayuga (1960-2017). Advertí que no me gusta su teatro. Insistieron. Ignoro si lo leyeron en Acapulco, donde recordaron su natalicio, el 19 de marzo pasado. Hice un monólogo:

Uy no, ¿cómo invitan al reportero que jamás fue entusiasta de mi obra? ¡Malos encuentros! Un crítico de teatro que no ama al teatro. Me lastimó porque decía que el melodrama estaba rebasado; que yo no alcanzo las cimas del realismo. Para nadie es un secreto el daño que me provocan reseñas adversas…

Una vez, fuimos el poeta Juan Carlos Bautista y yo a su casa. Fue amable pero mamón. Nos enfrascamos en discutir la obra de Forster, Maurice, y Querelle, de Genet. Yo amo las dos obras por diferentes y él criticó al primero por clasista, contra un Genet libre de prejuicio. Ve solo un lado de la vida. Yo no: soy un ser múltiple. Ay no, es insoportable y dogmático. ¿Qué hace aquí opinando de mí?

Luis Zapata –mi pareja por 14 años– lo sabe mejor que yo porque ese crítico… prefiero ni siquiera decir su nombre. No tiene siquiera sentido del humor. Es un creído. Esa vez se me ocurrió decir que me hubiera encantado vivir en los tiempos de Sor Juana Inés de la Cruz, y me dijo: “era la Edad Media, no vivirías para contarlo”. Me sacó de quicio. No era más que una idea romántica, sí, pero sueño de dramaturgo, empatar con la Décima Musa. Una forma de trascender al tiempo, el que sea, en el oficio de crear.

Recuerdo que me ofreció café cuando yo siempre tomo té… ¡no tenía en su casa! Soy vulnerable cuando me relegan. Lo siento como un ataque a mi persona y obra. Se burló del documental de cine que hicimos con Luis sobre Angélica María... de verdad, es un orto en el culo. Si por mi fuera, lo excluía de los testimonios. La comunidad LGBT+ sabe de lo que estoy hablando...

Pero, ay, qué les digo. Yo ya estoy en otra dimensión. Allá ustedes…

Lo cierto es que no sirven los homenajes sin crítica y por eso este texto con la voz del escritor. Si no se leyó, los lectores tendrán su propia opinión. Lo publico para festinar al teatro, una pasión. E insistir que los gays no debemos olvidar la crítica, sea a favor o en contra nuestra. Obra y persona son inseparables.

Punto.