Quién lo diría
El ministro Zaldívar no ha dicho esta boca es mía. Amigos que Gil aprecia están convencidos de que se negará a aceptar la propuesta del Senado, pero Gil está curado de espantos y de ilusiones y de esperanzas
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil notó gracias a su extraordinaria intuición que el ministro Zaldívar no ha dicho esta boca es mía. Obvio, Gil se refiere a la aprobación del Senado de un artículo transitorio a la Ley Orgánica del Poder Judicial que ampliaría mandatos del actual presidente de la SCJN y de los consejeros del Consejo de la Judicatura Federal. ¿Zaldívar estará pensando? ¿Y en qué pensará? ¿En jugar a la matatena, en hacer un rompecabezas de mil piezas, en los califores? Lo veremos en las próximas horas. Amigos que Gil aprecia están convencidos de que Zaldívar se negará a aceptar la propuesta del Senado, pero Gil está curado de espantos y de ilusiones y de esperanzas.
Mientras Zaldívar deshoja la marguerite, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuestionó este viernes la reforma que amplía dos años la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de Arturo Zaldívar.
Volvamos al asunto: el Senado, con mayoría de Morena, aprobó el jueves una reforma judicial que extiende dos años el mandato de Zaldívar, de 2022 a 2024. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado de Morena, introdujo sin previo aviso el artículo transitorio a la votación de la reforma judicial, calificado como un “golpe de Estado al Poder Judicial” por parte de la oposición. Aunque Zaldívar llegó a la Suprema Corte en 2009, nombrado por el ex presidente Felipe Calderón, al ministro se le ha visto muy cercano a López Obrador. Muy pegaditos, unos siameses jurídicos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos llama a México a garantizar que la duración de los mandatos de cargos directivos de la SCJN y el CJF se ajusten a los plazos constitucionales establecidos en resguardo de su independencia conforme a los estándares interamericanos, así lo puso y repuso el organismo internacional.
Tentación
El presidente Liópez Obrador respaldó en una mañanera la ampliación del mandato de Zaldívar, quien apoyó en octubre pasado la consulta pública promovida por el Gobierno: “Lo considero un hombre íntegro, una gente honesta y pienso que si se amplía el plazo con el propósito de que él encabece la reforma del Poder Judicial, estoy de acuerdo”.
Explíquenle a Gamés por qué en su mente de él, cuando sigue estos hechos lo persigue la idea de que Liópez acaso querría preparar una reelección. Si pisotean la Constitución, podrían enfangarla aún más. Tal vez Gil necesita un psiquiatra y sustancias ansiolíticas.
Los partidos de oposición exigieron a Zaldívar que rechace de forma pública la reforma (horma-orma) por ser contraria a la Constitución, que establece que el mandato del presidente de la Suprema Corte tiene una duración máxima de cuatro años, pero, decíamos, el ministro no se ha pronunciado, aunque la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (ANMCJDPJF) pidió en un comunicado que la Cámara de Diputados corrija la reforma. Pobre Gil, deambula por el mundo sin esperanza, ah, ya lo había dicho, entonces Gil deambula por el mundo sin esperanza, o como se diga.
Luismi
Gil debe retirarse en este momento a sus habitaciones. Ustedes no lo saben, pero empieza la segunda temporada de Luis Miguel en Netflix y Gamés no se perderá estos capítulos dramáticos. Luismi ya maduro, perdido en su éxito y su fortuna. No sabemos que le deparará la vida. ¿Quién sabe qué puede depararnos la vida? Ah, el enigma de la existencia. Preguntas: ¿la madre de Luis Miguel vive? ¿Su padre seguirá persiguiendo su fama? ¿Encontrará la paz emocional o solo tendrá sexo sin amor?
La primera temporada, ustedes lo recordarán, nos mostró a un pobre niño rico con un padre que habría servido a Freud para un caso clínico: el “Padre del cantante”. Freud, novelista notable habría escrito una gran historia. Pero ya es la hora, no pierdan su tiempo: con ustedes la segunda temporada de Luis Miguel.
Todo es muy raro, caracho. Como diría George Bernard Shaw: “El hombre puede trepar hasta las cumbres más altas, pero no puede vivir allí mucho tiempo”.
Se le ha visto muy cercano a López Obrador. Muy pegaditos, unos siameses jurídicos
Gil s’en va