Los Mossos redoblan la vigilancia ante los ataques a la red ferroviaria
Cinco horas sin servicio por el robo de cable en de la línea de alta velocidad en Tarragona
A finales de mayo pasado varios actos vandálicos en tramos de la línea de alta velocidad a su paso por la provincia de Gerona provocaron retrasos de una hora en los trenes que conectaban con Francia. Ayer, el robo de unos 600 metros de cable de fibra óptica en la zona de Tarragona provocó el colapso de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Figueres durante cinco horas, lo que afectó a miles de pasajeros y al servicio posterior que iba con retraso.
Tanto el sabotaje de hace unos meses, que consistió en la quema de canaletas de la red de cableado en tres puntos distintos con 20 minutos de diferencia, como el robo de este lunes, que acabó con la detención de un hombre de 19 años por llevarse el cable, están bajo investigación de los Mossos d’Esquadra. Las últimas afectaciones en la red ferroviaria han hecho que persista el control policial para prevenir incidentes e incluso los agentes tienen una rápida respuesta ante el aviso por emergencias. Al sospechoso de ayer lo atraparon in fraganti poco después del robo.
Este corte y sustracción de unos 600 metros de cable de fibra óptica y de señalización en un tramo de la vía provocó la suspensión de 22 circulaciones de trenes y afectó a más de 7.200 pasajeros de la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona-Figueres Vilafant. Además, causó aglomeraciones en la estación de BarcelonaSants que mostraban su malestar y preocupación por una infraestructura que es de las más afectadas, no sólo en la alta velocidad.
Los cortes de cables en unos 200 metros causaron afectaciones en las comunicaciones, señalización, sistemas de telemando de energía, detectores de caídas de objetos y otros dispositivos de seguridad. Los Mossos recuperaron parte del material robado ayer en la línea de alta velocidad y acusan al sospechoso detenido en Santa Oliva (Tarragona) delitos de robo con fuerza, estragos y resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad.
Los agentes no descartan que pudiera actuar acompañado aunque no consideran, por el momento, que se trata de un grupo organizado de ladrones de cobre, como había pasado hace años en Cataluña. En este sentido fuentes policiales remarcaron a este medio que en los últimos años estas bandas se especializan más en asaltar empresas o cableado telefónico. Después acostumbran a quemar los cables en parajes naturales para sacar el cobre, lo que causa un riesgo de incendio en algunos bosques.
Según datos de Adif, en los últimos tres años y medio se han registrado unas 2.284 incidencias en toda España por actos vandálicos y desde 2021 la mayoría están causadas por robo de conductores eléctricos. Barcelona y Tarragona son de las dos provincias con más casos, seguidos de Gerona en la que se producen más sabotajes de las líneas. Estas incidencias acostumbran a ser muy superiores en líneas ferroviarias convencionales, frente a alta velocidad.
Aunque entre 2014 y 2017 hubo numerosos casos de robos de cable en la infraestructura ferroviaria catalana, dónde se obtenía el 50% del total sustraído en toda España, después empezaron a bajar este tipo de delitos ya que se realizó un dispositivo específico policial con patrullajes cerca de las vías. Así, los grupos organizados se dedicaban más al robo de cable telefónico, principalmente en puntos de poca vigilancia, y a empresas.
En Cataluña se registran más incidencias que en los otros servicios de Cercanías de Renfe por cuestiones externas, como son los arrollamientos de personas, el apedreamiento de trenes, con un 45% del total de España, o las agresiones a miembros del personal ferroviario, que en Cataluña suponen un 33% superando a cualquier otro territorio. Así lo remarca Diego Martín, portavoz del Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (SEMAF) en declaraciones a este medio quien recuerda que el vandalismo en Cercanías provoca la supresión de trenes con grafitis por falta de seguridad o que se sufra un sabotaje en las líneas con piedras, troncos cortados o neumáticos ardiendo en las vías.
El portavoz de SEMAF, quien detalla que «la violencia y el vandalismo hacen que los problemas que repercuten al servicio del usuario aumenten exponencialmente». Por eso, el sindicato reclama a la Generalitat que extreme las medidas de seguridad.