La equivocada idea del aficionado: ‘Todo está arreglado’
Lo que sucedió el viernes por la noche me dio motivos para escribir de este tema que siempre he pensado y que hoy tenía que puntualizarlo. Ya había caído la tarde del viernes, pasaditas las 8 de la noche y estaba en un Space, en Twitter. Yo era participante. No era organizado por mí.
En ese momento los Toros de Tijuana anotaban sus carreras 7 y 8 del cuarto juego de la Serie Final de la Zona Norte ante los Fantasmas Grises, mejor conocidos como Sultanes de Monterrey.
De pronto un Spacero, que es muy frecuente como hablante, dijo: “¡Qué hueva, esto está arreglado. La serie va 3-0 para Sultanes, se ponen de acuerdo para dejar que Toros gane 1, así Sultanes cobra millones por un lleno en el 5to juego y luego ahora sí la remata mañana sábado (era viernes)”.
Ahí fue cuando tomé la palabra en el Space, porque siempre he estado en contra de ese “Pensamiento Mágico Pendejo”, como lo llama Odyn Dupeirón.
El aficionado promedio piensa, es más, asegura que todo, o casi todo, está arreglado y pagado.
Ese pensamiento de que todo tiene precio, que todo se arregla, que todo es trampa, es muy común en nuestro país, sobre todo en el deporte.
¿Ustedes creen que se ponen de acuerdo?, que un equipo le dice al otro: “Eh, eh, pártanos la mother hoy, así cobramos taquilla y luego mañana ya jugamos a ver quién gana”, con el riesgo que volviera a ganar Toros, irse a Tijuana y dejarles la oportunidad de ganar allá y adiós título del Norte.
Ese pensamiento de que todo tiene precio, que todo se arregla, es común en nuestro país
No se me ofendan, pero eso es un pensamiento muy (piiippp). Eso déjenlo a los niños que fantasean como infantes. Vean la lucha hasta el final, hasta el último lanzamiento, cómo luego de un 0-8 terminan ganando 11-12. Cómo celebraron al final, como si fuera el último juego de sus vidas.
¿Ustedes creen que los jugadores juegan a perder en esos casos ustedes dicen que son arreglados?
Lo que critico es que el aficionado común, nomás no le cuadra algo a su mente perversa o le perjudican a su equipo, y salen con la más barata, errónea y estúpida conclusión: “¡Está arreglado el juego!”.
Piden que los dirigentes contraten mejor, que los técnicos dirijan mejor, que los jugadores eleven su nivel, que los periodistas elevemos nuestro nivel… ¿y ustedes?