T-MEC: miedo a castigos acelera libertad sindical
En menos de 12 meses, autoridades mexicanas resolvieron cinco quejas de empleados contra exportadores para exigir sus derechos de libre asociación
Este lunes, trabajadores de Teksid de México, subsidiaria de la automotriz Stellantis, votarán para elegir al nuevo sindicato que los representará para renegociar el contrato colectivo, mismo que lograron después de acusar a la empresa ante el gobierno de Estados Unidos por incumplir con el T-MEC.
Con este caso, en menos de 12 meses se resolvieron cinco demandas con la innovadora herramienta llamada “Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR)” para atender solicitudes de denegación de derechos para libre asociación y negociación colectiva, que especialistas calicables fican como exitoso por establecer plazos específicos para el seguimiento estricto de las quejas, pero aún más por el miedo de las empresas exportadoras a ser sancionadas por incumplimiento.
“Para una empresa que no se apega a las normas laborales del tratado, los efectos pueden ser dramáticos porque, en una primera instancia les pueden incrementar aranceles en Estados Unidos o Canadá y posteriormente, en caso de reincidencia, prohibir la entrada de sus productos, lo cual mata el negocio”, advirtió el socio director de la firma legal Santamarina y Steta, Juan Carlos de la Vega.
En el anexo 23-A del T-MEC se indica que las sanciones aplia las empresas por violaciones a la libertad sindical son: suspensión de preferencias arancelarias derivadas del acuerdo comercial, imposición de sanciones sobre las productos o servicios y bloqueo a la importación de los bienes producidos por el centro de trabajo.
“Sin duda, un factor que tiene mucho que ver para que las exportadoras acaten estrictamente las normas laborales del T-MEC, es que por ser un acuerdo internacional que está al mismo rango de la Constitución, no se prevé en sus reglas ninguna posible apelación o amparo y, naturalmente, ninguna empresa quiere detonar un conflicto”, explicó de la Vega.
Incluso Antonio Del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), dijo en conferencia que a nadie le conviene llegar a paneles de controversia, “mucho menos a las empresas''.
“Los principales afectados de unas posibles sanciones somos las empresas, a los que nos van a meter tarifas y nos van a parar exportaciones, entonces a nadie le conviene”, explicó .
Los casos
Hasta el momento el gobierno mexicano a través de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), recibió cinco solicitudes de revisión por posible denegación de derechos laborales de General Motors, Tridonex, Panasonic, Teksid y Manufacturing VU, todas resueltas en un plazo de aproximadamente tres meses gracias al mecanismo de respuesta rápida.
Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que el éxito del MLRR se debe a que las sanciones comerciales son aplicables directamente a las empresas.
Pero también puede afectar a su cadena de proveedores, impactando así a más firmas, además de que el mecanismo se distingue por su celeridad ya que puede resolver una controversia en aproximadamente cuatro meses “sin poner piedras en la relación de los tres países”.
Pueden prohibir la entrada de sus productos si incumplen el tratado