México enmarañado
Frente a nuestros propios ojos, en México siempre está ocurriendo lo terrible y lo imposible, lo impensable y lo inédito, pero no nos damos cuenta, no lo alcanzamos a ver. Todos los elementos para revelar la verdad están debajo de nuestras narices, sin embargo, están enredados y torcidos para que nadie los descifre. País del queso anudado, del pelo torcido en trenzas, de los sombreros de paja entrelazada. Herencia maldita de una historia que se teje y desteje mientras se deshilacha. Hoy, a ocho años de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, deberíamos tenerlo claro. Pero no, mientras unos se encargan de tirar de la hebra, otros la van enmarañando. ¿Cuándo se había visto un lugar tan lleno de nudos? Lo que se busca en nuestro país no es desenredar, sino meter el peine y jalar el nudo para que duela más. Después de ocho años, ¿a quién le conviene que duela tanto?
¿Recuerda el juego de conectar los puntos que jugábamos de niños? Una hoja llena de puntos cada uno con un numerito. La figura estaba escondida en esa sopa de números y, mientras uno los iba uniendo, aparecía. Surgía algo que siempre había estado ahí, pero que no se alcanzaba a ver a simple vista. Así es nuestro país, surge siempre lo inconcebible.
De una verdad sobre la desaparición de los normalistas, la que nos dijo el gobierno pasado, se llega a otra verdad, la que nos dice el gobierno actual. Nueva verdad que se presentó en un informe en donde gran parte estaba testado, es decir, en donde la mayoría de la información estaba tachada, supuestamente para proteger el debido proceso. Así se unieron dos puntos. Sin embargo, de ahí no había a dónde ir, como le dije, el documento estaba testado, no había mucho más que inferir. Hasta que este fin de semana la periodista Peniley Ramírez publicó una versión sin testar que contiene información altamente sensible sobre los hechos de hace ocho años. Lo cual nos lleva a otro punto para unir. ¿Quién si no el gobierno puede filtrar un documento que solo él tiene? ¿Para qué lo filtra? ¿Es de verdad una búsqueda de la verdad o se trata otra vez de peinar el nudo? Jalar para que duela sin que jamás se resuelva.
¿Quiere unirlo con otro punto? ¿Qué tal la presión que este gobierno le hace al PRI para poder tener sus votos en las iniciativas que necesita aprobar? ¿Será por ahí? O, lo contrario: al filtrar, atentar contra el debido proceso y liberar al PRI de la presión y de paso, liberar también a los militares. Ahí abajo hay otro puntito: cancelar 21 órdenes de aprehensión contra militares involucrados en el caso. ¿Será porque son los principales aliados del actual Gobierno? ¿Será esa la línea? Mucho más arriba, pegaditos, vienen dos puntos más grandes: la aprobación presidencial y las elecciones del año entrante. ¿Unió los puntos? ¿Qué le salió? Ya sé, un disparate. El tema es que así siempre es. Líneas para la narrativa que nunca se resuelven.
El punto es: siempre que quiera entender qué es lo que en realidad está pasando en nuestro país, piense en lo más descabellado, indolente e imposible: eso es. Una los puntos, de arriba abajo, de izquierda a derecha o al revés. A costa de lo que sea, aun de los papás de los muchachos estudiantes, lo que aparece en ese dibujo es siempre una boleta, símbolo de la elección que quieren ganar.
Siempre que quiera entender qué pasa en nuestro país, piense en lo más indolente e imposible: eso es