“Estamos lejos de la verdad y la justicia”
Aunque AMLO prometió no fallarles, padres de los 43 reprochan que el gobierno “está desintegrando su caso” y cancelando órdenes de captura
Ayer, al cumplirse ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, sus padres, compañeros y diversas organizaciones sociales los recordaron con una protesta en la Ciudad de México.
Al final, las vallas reforzadas hasta con dos líneas adicionales de metal que cercaron Palacio Nacio
inmuebles y monumentos del Centro Histórico solo sirvieron para que los manifestantes pintaran consignas y pegaran carteles con los rostros de los jóvenes.
Quizá por las manifestaciones previas en instalaciones militares, de la Fiscalía General de la República (FGR) y hasta de la embajada de Israel en México, las autoridades federales y capitalinas no pensaron que los “anarcos”
fueran la única amenaza ayer, pero lo fueron.
Decenas de jóvenes de distintas escuelas normales del país —los varones con la cabeza rapada— se limitaron a lanzar consignas contra el gobierno y escuchar los posicionamientos de los padres de familia de los 43 y de otras organizaciones que acompañaron la marcha y el posterior mitin en Zócalo.
Ya en la plaza de la Constitución, el comité de padres de familia sostuvo que están “lejos de tener verdad y justicia”, pese a que en la conferencia matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró: “Nosotros no vamos a fallarles”.
LaprimeraentomarelmicrófonofuelaseñoraBlancaNava,quien acusó al ex presidente Enrique PeñaNietodeengañarlosconsu“ver dad histórica” de lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014. “Yo le dije que eraunamentirahistóricayasíquedó demostrado”, exclamó.
Siguió Joaquina García, quien reprochó el luto decretado solo desde la máxima tribuna presidencial ayer por la mañana. “Nosotras las madres no sentimos ese luto porque no tenemos ninguna prueba científica que nos dé respuestas de que estén muertos”, clamó la madre de Martín Getsemany Sánchez.
Ambas mujeres traían todavía en sus manos las flores que integrantes de la asociación Serapaz les dieron apenas bajaron del autobús a eso de las 3:30 de la tarde en Paseo de la Reforma para empezar la marcha.
También llevaban esos cartelones, ya emblemáticos, con el rostro de su hijo desaparecido y algunos mensajes como: “Nunca esperes que te olvidemos” o “Moveré montañas por encontrarte”.
Entoncesdospadrestomaronla palabra. Primero Mario González, papá del normalista César Gonzánal,