El pecho y la bodega y el fuego amigo
Uno entiende, o ha entendido en estos años, que su pecho no es bodega, pero no tengo claro que quienes con él se la han jugado —soy generoso con la palabra, hay otras— tengan que recibir el golpe de una mañanera.
Yo no dudo, de hecho tengo la certeza, que muchos, si no que todos, los presidentes y sus equipos han hablado con presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para “encargarles” algún tema delicado para cada una de sus administraciones. Y supongo que algunos hicieron caso, otros no. Es más, Arturo Zaldívar ha denunciado y condenado más de una vez las presiones del presidente Calderón y su equipo respecto a ciertos temas que se trataron cuando él era ministro de la SCJN. El mismo Zaldívar ha contado cómo no actuó como le pidieron desde Palacio Nacional.
Ahora, ningún presidente ha contado esas acciones y menos ha dicho que estaba muy contento con lo que el presidente de la Corte hacía cuando él llamaba, a diferencia de lo que pasa ahora.
Eso, digo yo, se llama fuego amigo, contra quien ha sido fiel a la cuarta transformación, tanto que renunció a su puesto para apoyar al“segundo piso ”, como le llaman. Sí creo que hay cosas que se deben quedar en la bodega, por el bien de otros, más con los seguidores y admiradores.
Envío esta columna hasta el último momento esperando a ver qué ha dicho el ex presidente de la Corte, pero evidentemente no está fácil.
Es curioso, pero para quien no parece que haya nada en el pecho que no es bodega del Presidente es para el fiscal general de la República, Alejandro Gertz.
La fiscalía que no ha podido, y todo indica que no podrá, armar un solo expediente correcto de corrupción del pasado, de tiempos de Peña Nieto; esa no es tocada en las mañaneras ni con el pétalo de una rosa. Es cierto, la pasión de este gobierno por la prisión preventiva oficiosa ha puesto a varios en prisión un tiempo, pero eso no es justicia. Al contrario.
El mismo Presidente ha confesado en sus últimas declaraciones sobre sus años en Palacio Nacional —el libro, la entrevista— que es el caso Ayotzinapa el que mayor frustración le causa. Pero ni en esa voltea a ver a la fiscalía Total, el pecho y la bodega yeso ._ y encuentra en muchas otras partes responsabilidades ficticias.
No estaría mal que, ya que en esas anda, el Presidente nos contara de sus llamadas con Gertz y lo que el fiscal hace después.
No estaría mal que AMLO nos contara de sus llamadas con Gertz